Maestro de la Muerte || Harry Potter

LI

A Harry no le tomo mucho tiempo liberar a Draco de las esposas que lo mantenían cautivo y llevarlo directo a su habitación, el silencio era casi aplastante, Harry estaba completamente perdido en sus pensamientos, aunque no había soltado a Draco en ningún momento desde que volvieron.

Draco se dejó abrazar, sentía que Harry lo necesitaba con urgencia, lo sentía y veía tan mal que su pecho dolía, esas dos semanas habían sido solitarias y llenas de miedo para el dragón, pero en ese momento su prioridad era Harry.

"Amo" Draco no sabía que decía Apep, pero trato de hacer que se mantuviera en silencio, estaba seguro que Harry no estaría listo para hablar

"Lo siento... Draco lo siento, es mi culpa, lo lamento tanto" Fue lo que Draco escucho, su pecho dolió fuerte al notar como la voz se partía, Harry se aguantaba el llorar

"Harry... pequeño aquí estoy, me salvaste, no paso nada malo, estoy bien" Murmuro tomando las mejillas de Harry, los ojos esmeraldas seguían igual, había algo hecho pedazos en ellos y se retenían en lagrimas que no dejaba libres

"¡Pero fue mi culpa! ¡Dos semanas Draco!" Grito Harry, no se iba apartar de Draco desde ahora "¡Dos semanas no note que no eras tu conmigo! Mi culpa..."

Harry por fin pudo llorar

Draco se mantuvo en silencio, abrazando a Harry demostrándole de ese modo todo el apoyo que le daba, lo dejaba llorar tanto como él quisiera, lo necesitaba demasiado

"Perdóname" Fue el murmullo que Draco logro a escuchar

"Te perdono gatito, pero no fue tu culpa, sabíamos que tarde o temprano empezarían a ir por los demás, yo me aleje de ti, fue mi culpa que pasara"

Estaba tan agradecido con Salazar, Dumbledore nunca pudo ponerle una mano encima gracias a Apep, estaba seguro que lo había mordido unas cuantas veces y no le importaría, además los hechizos de protección de Harry y Marvolo habían funcionado a la perfección

Esas dos semanas sufrió la soledad, nadie volvió después del segundo día, estaba apresado con esposas que retenían su magia, pero al menos no sufrió daños físicos, un elfo iba cada dos días para alimentarlo, pero fuera de eso estaba bien, solo el daño psicológico quedaba, le costaría volver a sentirse seguro un tiempo

"Te perdono" Volvió a repetir, ahora estaban sentados en la cama de Potter "Me protegiste con lo mejor y no me hicieron daño, me encontraste y me salvaste, ahora nos cuidaremos mucho mas para que no vuelva a suceder ¿Entiendes?"

Harry asintió no muy seguro, él seguía llorando, pero ya no entendía la razón. Pensó que era por el alivio de volver a tener a Draco entre sus brazos, pero seguía sintiéndose mal.

"Lo mate... Lo torture tanto que ya no se reconocía y luego lo mate... Draco tengo miedo, yo no era así... ¿Soy malo?" Ah, ahora lo entendía. Tenia miedo, se tenia miedo.

Y es que Harry ya había matado antes, las personas que Muerte le pedía las desaparecía con gusto. Pero ahora era diferente. Había disfrutado matar a Doge. Había disfrutado el torturarlo ¿Acaso se estaba convirtiendo en lo que era Voldemort? ¿Era gracias a la parte del alma de Marvolo que aun estaba en su interior que se sentía así?

"No eres malo Harry ¿Te digo un secreto? Si alguien te hubiera secuestrado a ti yo mismo también torturaría y mataría a esa persona y no soy malo por eso. Solo me protegiste" Susurro sobre su cabeza Draco, no había apartado a Harry de su pecho y ahora jugaba con su cabello para intentar calmarlo

Una parte de la mente de Draco sabía que debía asustarse por eso, pero la mando a un rincón oscuro. Él no le tendría miedo a Harry, ya no cometería ese error nuevamente.