LXVI

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Harry no sabía si la calma en que Gran Bretaña se encontraba era buena o mala, Yule paso y con ello los meses, estaban a mitad de Marzo, el año escolar acabaría en cuestión de meses y no se sabía nada de Dumbledore

El ministerio era corrupto, los aurores de ahora no servían ni para cazar un niño y eso lo sabían todos, confiar en ellos era tiempo perdido, pero tampoco podían confiar de los dementores, la cuenta de los alumnos a los que Harry les dio chocolates ya estaba perdida por completo

Harry podía encontrarlo, él lo sabía muy bien, pero muerte siempre lo retenía, era parte de ser un trabajador de sombras que aun no controlaba y según ella seria muy peligroso, claro que no para él, para los demás, para Draco

Y Draco, con Draco las cosas eran extrañas

Él lo noto, las actitudes del sangre pura habían cambiado, aunque Harry no pidiera cosas Draco se las daba, cada pequeño detalle lo mantenía en su escritorio, cada uno lo atesoraba como él primero, pero era algo que no entendía para nada y sus amigos – al ser todos sangre pura en Slytherin – si lo sabían o eso demostraban, pero claro, ninguno le dijo que significaba

Draco era más protector, más burlón ¿Ya dijo más protector? ¡Es que a veces Draco Malfoy se pasaba! También noto miradas nuevas, miradas que nunca le habían dedicado y era imposible para él saber lo que eran y celos, muchos, muchos celos.

Draco Malfoy era un maldito celoso

Y Harry Potter pensó que eso era una actitud normal en una relación de amistad

Harry Potter es inocente


Marzo estaba acabando tan rápido como empezó, el olor de la primavera lentamente se iba y comenzaba a llegar muy leve el calor del verano, si Harry pudiera se quedaría siempre en invierno, él amaba el frio, pero podría cambiar aquello por el Otoño, Draco amaba el Otoño

Las clases seguían igual que siempre, sus amigos – Gracias a los esfuerzos del grupo de apoyo – eran los primeros en las clases, Neville se había formado también con ellos, incluso había mejorado demasiado en pociones y no, Harry no tenía que ver ahí nada, él no le dijo a Sev que parara con el acoso hacia Longbottom, claro que no


Pero ahora, en medio de Abril, Harry sentía que algo iría mal, muy mal


Harry estaba en la sala común, esperando como siempre a Draco, el rubio se demoraba tanto en el baño que Harry siempre salía primero, siempre le molestaba por aquello, Luna llego a su lado como todas las mañanas, pero hizo algo que muy pocas veces hacía, le tomo de las manos fuerte, una acción que solo dos veces habían tenido

"¿Pequeña Luna?" Pregunto Harry bajo, llevándola a los sofás de la sala, a esa hora estaban vacíos

"Mi señor, necesitare un poco de su cabello"

Eso alerto a Harry de inmediato, no, no dejaría que Luna saliera lastimada

"¿Sucederá algo malo, pequeña Luna? Me pides algo que no estoy seguro de dar, no quiero que salgas lastimada por mi"

Luna hizo una pequeña mueca, ella sabía, había visto como Harry saldría lastimado, pero también sabía lo rápido que se podría recuperar, ella simplemente no quería que nada le sucediera a Harry, no a la persona que la protegió y la quiso desde el primer día, no a su mejor amigo y su señor

"Mi señor... necesito un poco de su cabello" Volvió a repetir, pero esta vez Harry negó

"Luna, no te daré mi cabello, pase lo que pase estaré bien, lo sabes"

Maestro de la Muerte || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora