Trigésimo | Temor

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El resto del día Harry la paso en su habitación, un elfo le llevo el almuerzo y la poción, pero solo tomo la última, su apetito seguía sin aparecer. Tenia miedo, estaba lleno de nervios, Draco volvería y él no sabía si lo ignoraría como antes, su pecho dolía, pero se repetía una y otra vez que lo que pasara lo aceptaría.

La tarde paso sin que se diera cuenta, escuchar como Apep hablaba de lo cómodo y caliente que era la sala común y sus habitaciones le divertía un poco, eso lo mantuvo sereno hasta el momento de ir al gran comedor.

"Amo Harry, el amo Severus informa que lo espera en el gran comedor en cinco minutos, los estudiantes ya han llegado"

Harry observo a Mimsy, estaba seguro que se había puesto pálido, ella era la elfo de Snape, Severus usaba muy poco a los del castillo

"Entiendo Mimsy, dile a Sev que iré de inmediato" Murmuro Harry escuchando el pop indicado de desaparición de la criatura

"¡Amo! yo puedo morder a los que lo lastiman, soy pequeño pero mi veneno es muy fuerte" Dijo Apep, su siseo era curioso de escuchar, pero le saco una pequeña risa

"No Apep, estaré bien, recuerda que no puedes hablar fuerte mientras no estemos en la sala común o aquí en la habitación, puedes acomodarte en mi cuello, aun eres pequeño"

Estaba seguro que a medida que el reptil creciera se enroscaría sobre sus hombros, por ahora podría pasar como una gargantilla o brazalete.

Inhalando profundo, sintió como Apep se acomodaba en su cuello, cuando se coloco la túnica escolar y estuvo seguro de que su familiar – Aunque aún no había hecho el ritual que los une – estaba caliente y seguro, comenzó la marcha hacia el comedor.

Harry podía ver como aun los estudiantes entraban, se aseguro de no ser visto por los de primero que seguro causarían molestias al verlo solo y se apresuro a su mesa. Mierda, podía ver el cabello rubio de Draco de inmediato y solo lo coloco mas nervioso.

Cuando llego con sus amigos Harry se sentó en el único puesto libre que había, era frente a Draco y al lado de Blaise, se obligo a él mismo a no levantar su mirada hacia el Dragón, no quería ver el miedo en sus ojos como la ultima vez que lo vio.

"¡Harry! Te estuvimos esperando en el tren ¿Dónde estabas metido?" Bendito italiano para hablarle cuando él no quería ser visto

"Bueno, estuve con uno de mis padrinos y... Sev pensó que seria mejor que viajara por Flo" Podía confiar en los que lo escuchaban, todos sabían de Sirius y de Severus siendo ambos sus padrinos y lo guardaban.

Para ningún chico paso desapercibido el tono que Harry uso, Blaise quería preguntar si estaba bien pero el director comenzó su discurso de bienvenida y luego la cena apareció.

Harry observo la poción frente a él y la tomo de inmediato, aunque debía ser después de comer, estaba seguro que solo podría meter a su estómago unas pocas cosas.


Draco Malfoy había estado lleno de nervios desde que escucho el sonido de aparición en el cuarto de Harry una semana antes, había leído la carta que Harry le había dejado y tuvo la intención de ir hablar con Potter de inmediato, pero fue sorprendido por la desaparición del menor.

No lo iba a negar, Draco tenia miedo. Uso esa semana para buscar en la biblioteca todo lo relacionado a los nigromantes, quería saber que era lo que Harry podía hacer, quería saber todo del menor antes de enfrentarlo.

Draco pensaba que estaba listo, las cosas que leyó la última semana lo habían llenado de conocimiento, algunos eran terroríficos como la creación de los inferí, pero otras cosas eran casi tranquilizantes, según los libros Harry tenia la posibilidad de hablar con los muertos y podía – Si llegaba a mejorar – Ayudar a los demás hablar con ellos. Eso le pareció algo hermoso.

Maestro de la Muerte || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora