Jungkook es un alfa joven demasiado inexperto en todos los ámbitos, y Jimin es... ¿Jimin también es un alfa?
Sí, Jungkook lo confirma apenas entra a la habitación que le fue asignada en el campus de la Universidad Kira.
Park Jimin es un alfa y no cu...
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Jaebum miró fijamente los ojos dorados que no mostraban ninguna emoción y sonrió de nuevo, con demasiada autosuficiencia para su gusto.
—¿Así que es parte de tu manada, Park? —preguntó. —No me voy a creer eso hasta ver su iniciación. He visto como lo ignoras dentro de Kira.
—Eso no es de tu incumbencia —le dijo mirando de reojo al pelinegro. —No puedes venir a cuestionar mi manada...
—De hecho, sí —habló una nueva voz apareciendo detrás de Jaebum. —Sí un lobo no hace su iniciación, técnicamente no pertenece a ninguna manada.
—¿Ese quién es? —preguntó Jungkook a Taehyung lo más bajito que pudo.
Estaba completamente confundido.
—Lee Taemin, es un beta —murmuró igual. —Antes era parte de nuestra manada, pero hubo un problema y salió.
El chico miró a Jimin con una sonrisa que Jungkook identificó como coqueta. Tenía el cabello pintado de blanco y llevaba los mismos piercings que Jimin en la oreja derecha.
—Hoy es la iniciación de Jeon —respondió Jimin sin amedrentarse por la intensidad de las miradas de la manada contraria.
Y Jungkook, al escuchar eso, abrió los ojos de par en par. No llevaba ni diez minutos en Farkas y ya tenía que unirse a una manada.
Aunque le hizo sentir tranquilo que era Jimin la persona que estaba alzando la voz por él. Eso significaba que le importaba, y estar con ellos no le molestaba. Había pensado que lo de las manadas ya no se utilizaba, quizás que era algo anticuado, pero ahora lo veía muy marcado y le daba algo de miedo saber que si entraba a una, iba a tener que renunciar a hablar con los de la otra. Siempre le había parecido algo muy drástico.
—Nos vemos después, Jungkook —sonrió el alfa antes de retirarse hasta el otro extremo de la discoteca con Taemin detrás.
El menor observó como Jimin chasqueaba los dientes al ver al peliblanco guiñarle un ojo antes de dar la vuelta.
—¡Que imbéciles! —gritó Taehyung a su lado repentinamente. —Siempre tratando de meter sus malditas y asquerosas colas de perro mojado aquí.
—Bueno, pero ahora tenemos un problema —recordó Hoseok mirándolo. —Jungkook no ha dicho si quiere estar en nuestra manada. Ni siquiera se lo habías preguntado, Jimin.
El rubio se giró para volver a su banco y se bebió de un trago el wisky de su vaso.
—Es su decisión —concluyó con voz suave. —Si Jungkook quiere unirse a esto, al final de la fiesta debe cumplir su prueba de iniciación. Y renunciar a tener contacto con Jaebum y los demás.
El lobo gris de Jungkook se encogió cuando Jimin pronunció su nombre por primera vez.
