☾ 27. Angustia.

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El olor del alcohol y antisépticos era demasiado fuerte, tanto que lo tenía todo el tiempo con dolor de cabeza

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El olor del alcohol y antisépticos era demasiado fuerte, tanto que lo tenía todo el tiempo con dolor de cabeza. La habitación era blanca totalmente, incluso la ventana mostraba el mundo blanco hacia afuera, la luz era cegadora y se mantenía encendida la mayor parte del día. La camilla era incómoda, pequeña y delgada, le hacía doler la espalda, pero no era como que pudiera levantarse.

Estaba ahí, atado a la estructura metálica con un par de cintas grandes en los pies, y en las manos. Tenía puesto un traje color blanco de camiseta y pantalón, y, seguramente tenía ojeras por la falta de sueño. Y aunque lo tenían dopado, batallaban mucho para dormirlo, quizás hasta se habían atrevido a noquearlo un par de veces.

Su madre iba todos los días a verlo, y a recordarle que no estaría en esa situación si él, hubiera sido lo suficientemente maduro como para aceptar su destino y no jugar a la parejita. Pero también le decía que era una tortura temporal, que acabaría en cuanto pudiera conseguirle a una nueva prometida. Que el saldría de ahí y todos volverían a ser felices en poco tiempo. 

Jimin estaba tan sumergido en las drogas que le estaban dando, que apenas pensaba en el ello.

Había olvidado lo que era sentir la luz del sol, no tenía la noción del tiempo, no sabía cuanto llevaba ahí. Y aunque los primeros días había estado exigiéndoles a las enfermeras que por favor le dejaran ver a alguien, ellas negaban diciendo que su madre sólo estaba pagando para que lo mantuvieran ahí, cautivo, no para recibir visitas o tratamientos.

Minrae lo había llevado a encerrar a un hospital psiquiátrico, pero nadie estaba atendiendo sus obvios problemas mentales. Y él, llevaba tanto en su corazón y en su mente, que ya se había resignado. Haría lo que ella le decía, se portaría bien a pesar de no tener fuerzas, se casaría al salir de ahí, y no volvería a ver a las personas que lo habían metido en esa situación. 

Porque si Jungkook lo había hecho que se enamorara de él, claro que tenía toda la culpa de que él estuviera ahí. ¿No?

Algo en su interior le decía que ni siquiera estaba siendo consiente de las tonterías que pensaba, pues a pesar de todo, anhelaba verlo. Había llorado hasta quedarse seco, y luego, sólo había dejado su mente en blanco.

Una enfermera ingresó a la habitación con la misma parsimonia de siempre, ignorándolo, y apenas notando que sus pensamientos estaban haciendo mella en él. La mujer arrastró un carrito de medicinas y pulsó un botón de su camilla para hacerlo sentarse, Jimin la miró atentamente con los ojos vacíos.

—Aquí tiene lo de hoy —le dijo extendiendo un par de pastillas circulares hacia él. —En un rato le traerán el desayuno.

El castaño tomó las pastillas con la mano más cercana, en automático, viendo como sus dedos temblaban tanto que la mujer frunció las cejas, prestándole atención por primera vez desde que ingresó ahí.

Pure Alpha 𐦍 KookMin 「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora