Jungkook es un alfa joven demasiado inexperto en todos los ámbitos, y Jimin es... ¿Jimin también es un alfa?
Sí, Jungkook lo confirma apenas entra a la habitación que le fue asignada en el campus de la Universidad Kira.
Park Jimin es un alfa y no cu...
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Jungkook abrió los ojos aún cansado por haber dormido apenas unas pocas horas. No estaba acostumbrado a eso, pero llevaba días así. No podía pegar el ojo y la sola presencia de Jimin entrando a la habitación cuando al fin estaba quedándose dormido, le hacía imposible descansar. Había una incomodidad muy marcada entre ambos, la noche de Itaewon seguía siendo un recuerdo tan fresco que ninguno de los dos podía concentrarse.
No era que Jungkook nunca se hubiese masturbado antes, de hecho estar encerrado le hacía terminar viendo series para adultos que terminaba utilizando para liberar el estrés, pero de eso, -a que una persona le hiciera una felación, en medio de la noche, en un callejón, después de haber escapado de la policía-, había un paso muy grande.
Y no era siquiera lo único, Jimin era un alfa, y él también. ¿Cómo había dejado que eso pasara? Joder, no podía ni verlo a los ojos. Estaba tan avergonzado de haberlo pegado a la pared.
Se sentó en el colchón con una mueca de cansancio y suspiró, no había nadie en la habitación, por lo que aliviado, se levantó, hizo la cama y se metió a la ducha con su uniforme perfectamente planchado en el brazo. Al salir se lavó los dientes y no pudo evitar mirar su antebrazo donde reposaba -ya cicatrizado- el bonito tatuaje que Jimin le había convencido de hacerse al fin. No se arrepentía de hacerlo, era de verdad algo que quería.
Sonrió para sí mismo y se terminó de asear para vestirse y salir a buscar sus zapatos, pero cuando abrió la puerta del cuarto de baño, se quedó estático en la puerta mientras miraba como Jimin ingresaba a la habitación, sus botas estaban sucias de barro y sus nudillos estaban rojos de sangre, su cabello era un desastre y su ropa también.
Jungkook se preocupó al instante.
—¿Jimin? ¿Qué te pasó? —preguntó caminando hacia él, sin pensar demasiado la situación.
El rubio lo miró sorprendido de lo rápido que había llegado hacia él, levantó la mirada hasta alcanzar la suya y se mordió el labio. Por un momento, Jungkook creyó que Jimin no era un alfa, se veía tan pequeño e indefenso, que quiso abrazarlo, su lobo saltó y arañó su mente queriendo empujarlo hacia adelante, pero él se mantuvo quieto. Con las yemas de los dedos picando.
—Sólo una pelea callejera entre manadas —asintió y sonrió de lado recuperando la compostura.
—Supongo que tú los golpeaste a ellos, no tienes ni un rasguño —murmuró distraído mientras recorría con la mirada su rostro.
—Claro —Jimin no le dio más importancia mientras trataba de salir del hueco entre el cuerpo del pelinegro y la pared.
Aunque Jungkook agudizó sus sentidos justo en el momento en el que el mayor tropezó con una arruga en la alfombra, y sin pensarlo dos veces lo sujetó de la cintura para evitar que cayera. Entonces notó que un pequeño gruñido se escapaba de sus labios y lo vio tomar su mano y apartarla de su cintura.
