Jungkook es un alfa joven demasiado inexperto en todos los ámbitos, y Jimin es... ¿Jimin también es un alfa?
Sí, Jungkook lo confirma apenas entra a la habitación que le fue asignada en el campus de la Universidad Kira.
Park Jimin es un alfa y no cu...
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Los días después de su polvo en el closet se habían vuelto más amenos. Realmente la tranquilidad había llegado por unas semanas y ambos alfas habían disfrutado bastante la cercanía del contrario. En las noches, Jimin había dejado de salir tan seguido para poder quedarse en la habitación a pasarla viendo películas o respondiendo preguntas de Jungkook acerca de la vida cotidiana de una persona que no estuvo encerrada durante toda su vida.
Aunque jamás hablando de sus secretos.
Su actitud había mejorado con creces y aunque todavía tenía sus altibajos a la hora de mostrar sus sentimientos, ya no se la pasaba ignorando su presencia por cualquier cosa o insultándolo al hablar. Contrario a eso, ahora le regalaba miradas coquetas todo el tiempo, incluso cuando estaban en extremos opuestos de la mesa de la cafetería o cuando estaban en clase.
Jimin era demasiado provocativo, y eso le encantaba.
Y aunque aún habían muchísimas huecos en su relación, había decidido ganar un poco más su confianza antes de preguntar, ya que no quería que el progreso que llevaban se estropeara por cuestionar los traumas del rubio, a quien ya le había detectado ciertos patrones más que no eran normales en absoluto.
Lo de no dormir, ya lo sabía, y se había acostumbrado a despertar y verlo mirando la pantalla de su celular o algo parecido, pero últimamente su guardia estaba más baja de lo usual y se lo había topado dormido un par de veces. Las dos veces, parecía haber estado teniendo una pesadilla, y aunque a la mañana siguiente no quiso demostrarlo, estaba tan ansioso que lo único que hacía era fumar.
Tampoco comía demasiado, apenas desayunaba y luego iba a clases, tomaba el almuerzo a medias e iba a hockey a entrenar. Parecía que la poca comida que ingería era la razón para que no fuera un alfa de espalda ancha, pero no se imaginaba si lo fuera. Ya de por sí era tenebroso cuando se lo proponía. Además su abdomen estaba perfectamente marcado, no tenía porqué esforzarse más.
También descubrió cosas buenas, y es que Jimin era muy fácil de sonrojar. Por cualquier tontería que se le "fuera de las manos", el rubio terminaría cruzándose de brazos con las mejillas rojas. Era muy adorable.
Jungkook estaba muy enamorado de él, y aunque Jimin aún no se atrevía a decirle nada, todos en la manada parecían notar que sus sentimientos eran diferentes, pues era más amable, y aunque aún se avergonzaba a veces, siempre trataba de ser neutral.
Y a pesar de que las cosas marchaban bien, todo lo bueno tiene un final.
Ese día estaba lloviendo, el clima era frío y a pesar de estar cerca de diciembre, las lluvias seguían. Dentro de la habitación, el calor empañaba la ventana que daba hacia afuera, mientras dos alfas se daban besos dignos de película romántica, tan apasionados y tan acalorados que lo raro era que no estaban haciendo nada más que disfrutando de la cercanía del otro.
Sin connotación sexual.
El sonido del teléfono de Jimin hizo que ambos salieran de su trance y se separaran con la respiración algo agitada.
