Jungkook es un alfa joven demasiado inexperto en todos los ámbitos, y Jimin es... ¿Jimin también es un alfa?
Sí, Jungkook lo confirma apenas entra a la habitación que le fue asignada en el campus de la Universidad Kira.
Park Jimin es un alfa y no cu...
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La fiesta terminó con unos tintes amargos en la cena. La gente comenzó a irse y gracias al cielo, los padres de Jiwon se la llevaron. No tendría que lidiar con ella ese día. Y agradecía eso, porque estaba tan furioso con todo y con todos, que lo que menos quería era gritarle a esa chica, que nada tenía que ver con toda su escabrosa situación.
Jimin ni siquiera pudo ver a los ojos a Jungkook cuando este trató de acercarse, siendo interceptado por su madre, quien lo hizo volver a su mesa "educadamente" y se despidió de los Jeon. Taehyung también quiso acercarse, pero tampoco lo consiguió.
El castaño había estado tan ciego.
Se había cegado de esperanza, pues había creído que en cuanto su madre muriera, él iba a asumir el papel de CEO y quizás, sólo quizás, se iba a librar de esa estupidez de preservar la "sangre de alfa puro". Él de verdad había creído que se iba a librar de su maldición más grande, pero ahí estaba, sentado en los escalones del escenario observando como todos los sirvientes juntaban los platos vacíos y las copas usadas. Las copas de toda la gente que lo había felicitado por convertirse en el dueño del legado de Park Nation.
Y también por su matrimonio.
Su padre de pronto apareció a su lado, se sentó en el escalón sosteniendo a Yuna en sus brazos, pues ella estaba dormida. El hombre mayor lo miró con cierta angustia.
—Lo sabías —habló el menor fríamente.
—Lo lamento, Jimin —le dijo él.
—Creí que me iba a librar de esta estupidez cuando ella se fuera.
—Ella jamás dejaría que las cosas estuvieran al aire. Está tan loca que se encargaría de hacerte la vida imposible hasta en la muerte.
El castaño suspiró apretando la mandíbula.
—¿Y tú? —le preguntó molesto por su actitud de resignación. —Eres tan cobarde que simplemente vas a dejar que ella haga lo que quiera con la vida de tu hijo.
Jihyun suspiró bajando la mirada hacia su hija.
—Sabes que tu madre es intocable, Jimin —le dijo con tono arrepentido. —La policía ni siquiera interfirió cuando ella... Ya sabes, cuando alejó a tu omega de tu lado.
—Los odio, a los dos —murmuró sin mirarlo. —Los odio tanto.
—Ella también me quitó a alguien cuando supo que yo estaba enamorado —confesó de pronto el hombre perdiéndose en sus recuerdos. —Ella se encargó de preservar su linaje conmigo, y mi pareja de ese entonces fue la primera que pagó el precio.
Jimin no sabía a ciencia cierta nada de eso, pero se podía imaginar que su madre había estado loca desde siempre, y que le había hecho algo tan grave a su padre, que por eso ahora vivía asustado en su sombra, a base de placebos.
Y no lo culpaba, pues estaba a punto de convertirse en él también.
