40. Tarde de chicas

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AMO cuando Maddie y Hayden están juntas. Son dos cielitos >.<

Ya, no escribo más sobre mi amor hacia las mejores amigas. Disfruten :D

(***)

Pienso en evadir la pregunta al igual que como lo hice con mi hermano, pero notando la insistente e intensa mirada de Maddie, me basta para saber que de ella no me voy a librar tan fácil. Con Asher solo busqué una excusa para cambiar de tema y me siguió la corriente... pero esta chica, que me conoce casi tanto como él, no se tragará nada porque es su hermano de quien hablamos.

Maddie me sostiene la mirada y con una ceja enarcada espera impaciente por mi respuesta.

—¿Y bien? —me presiona.

Oh, Maddie. Créeme que quiero aclarar esa respuesta más que tú.

¿Cuál es tu respuesta, Hayden?

No voy a negar que Dylan es muy, muy atractivo. Aunque a primera vista pueda parecer de esos chicos mujeriegos clichés, está de más decir que con el tiempo supe que no lo es. Es alguien en quien puedes confiar, con quien pasarás de tus mejores momentos y si alguna vez te llegas a separar de él, los recuerdos quedarán en tu mente como un tatuaje.

Es de las personas que siempre me inspiraron confianza desde que llegué. No hay un día que no me haga reír y no existen momentos en los que haya pasado mal cuando está presente.

Por otra parte, no son muchas las veces que lo he visto desde la perspectiva como más que un amigo. Somos un grupo, siempre estamos juntos y no me he imaginado completamente en el lugar de ser su pareja amorosamente.

Aunque no puedo negar que sería muy lindo.

Sin embargo, lo que todas las veces da vueltas en mi cabeza, apartando las posibilidades de un él y yo, son los momentos después de que hacemos cosas... diferentes. Los besos, las miradas. Recuerdo cómo el último terminó en un "si quieres, puedes olvidarte de esto". No concuerda. ¿Por qué lo hace y luego se arrepiente?

—No lo sé —resoplo. Soltando todos los momentos y dudas.

Maddie chasquea los dedos, haciendo que note algo.

—Exacto. Estás un poco confundida, pero en tu mente viaja esa posibilidad —se expresa —. Dudaste unos segundos y eso es una clara señal de que hay algo, aunque no estés del todo clara.

Hago una mueca.

—A ti sí que te gusta crear historias en tu cabeza —niego, divertida.

—Todavía no lo niegas —canturrea y se me adelanta, dejándome atrás.

—Ajá.

Nos ubicamos en uno de los bancos que están cerca de los puestos de comida. Esos minutos de caminata nos dejaron exhaustas, aunque hayan sido muy pocos.

El gigantesco árbol que se cierne detrás de nosotras alcanza a dar sombra para cinco bancos más. El aire se siente fresco y con olor a comida chatarra. Sin duda tenemos que comprar un par de esos hot dogs.

Creo que esta es la primera vez que Maddie y yo nos encontramos sin ninguna persona conocida alrededor. Todas las veces que estoy con ella suceden en mi casa (con mamá presente y actualmente, Asher) o en la suya (con Dylan a tan solo un par de habitaciones y sus padres rondando cerca). Una tarde de chicas me hacía falta. Creo que la última que tuve fue hace... cuatro meses.

El lugar se siente sumamente tranquilo, permitiéndonos disfrutar de la suave brisa que provoca el movimiento de los árboles y la ligereza de un ambiente sin muchas voces. Compramos un par de sodas en un puesto de bebidas y comemos unos deliciosos hot dogs mientras hablamos de temas variados.

La Nueva Vida De Hayden ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora