La Nueva Vida De Hayden ✔️

41. Chicos misteriosos, helados y dramas

Domingo, 17:09 horas.

"Maddie <3" te ha enviado una foto (WhatsApp).

Entro como una ráfaga al chat de mi mejor amiga. Me dijo que cuando el chico desconocido y ella agarraran un poco de confianza se iban a tomar una foto para enviármela. No puedo esperar hasta que ella venga de su cita para ver si hacen linda pareja o qué.

Abro la foto y espero a que cargue. ¡Maldito internet! ¡yo queriendo saber el rostro del misterioso...!

La foto se muestra con nitidez.

NO. PUEDE. SER.

Por un momento creo que me está fallando la vista, que mis ojos confunden los rasgos y transforman la cara del individuo que veo sonriente junto a Maddie. Pero me estrujo los ojos dos veces, y la imagen no cambia. Es completamente real.

No doy para responder con la sorpresa que tengo encima. La foto se queda en visto por mucho tiempo y el estado de mi amiga pasa de "en línea" a "escribiendo".

Maddie <3: ¿Hayden?

Mis dedos no responden, pero de un momento a otro me encuentro chillando de emoción por toda la habitación. Cuando me calmo, logro escribir algo.

Hayden: ¿Me confirmas su nombre?

Para estar segura de que no estoy ciega, ya saben.

La respuesta llega de inmediato.

Maddie <3: Cameron. Su nombre es Cameron.

Juro que los ojos se me cristalizan de la emoción. Maddie y Cameron. Si es una broma quiero que termine siendo real. El moreno que conocí de casualidad es el chico misterioso de mi amiga. ¡Voy a llorar! ¡Ahora la que se convierte en shipper soy yo! Caddie es perfecto.

Respondo a mi amiga con palabras motivadoras para que siga con éxito su cita de conocimiento hacia el moreno. Le deseo suerte y digo que una vez llegue a casa, tendrá que contarme todo.

Me tiro a la cama y contemplo la foto por milésima vez. Cuando mis ojos comienzan a cerrarse solos, me doy cuenta de que todo el trabajo de esta mañana me está pasando factura. Quedo dormida.

***

Lunes, 15:58 horas.

Hoy es noche de películas y estoy ansiosa porque llegue el momento. Ayer descansé mucho y hoy me desvelo sí porque sí. Lo que sucederá será algún tipo de... ¿celebración interna? Algo así, pero por mi cumpleaños.

Miren quién tendrá dieciocho mañana.

Estamos en la última clase, rogándole al Señor que no vayan a dejar tareas para mañana, porque de ser así, tendré que olvidarme de toda la diversión.

Me concentro en cada movimiento de la manilla indicadora de segundos en el reloj que está colgado centímetros arriba del pizarrón. Ansío con todas mis ganas que las clases terminen para dormir un par de horas y luego prepararme para lo de esta noche. No precisamente para la película, sino otra cosa que pienso hacer.

El permiso de mamá lo tengo, es lo fundamental. Lo otro dejaremos que fluya, como lo hace siempre que estamos juntos.

Al reloj le faltan doce segundos para marcar las 16:00 horas. Muerdo mi labio concentrada en el tic tac e ignorando lo que sea que el profesor habla.

6... 5... 4...

3... 2... 1...

Salgo disparada junto con el sonido del timbre. Ya tenía todos mis materiales recogidos y no me da vergüenza que me vean como loca junto a mi mejor amiga saliendo a la velocidad de una bala.