𝗠𝗔𝗙𝗜𝗔 🍷𝗸.𝗺

🍷39;

🍷.....Escuchen la canción hasta el la parte de Sofía....🍷

Una copa rota, un vestido rasgado y lleno de vino tinto, un arma, y piezas de Ajedrez tiradas en aquella oficina de lujo donde Jimin se encontraba con Sofía.

Le miró con desdén el rubio, era tan divertido ver su cara de miedo, le sonríe mientras la apuntaba con su arma, una hermosa arma que mando para él.

─Si creías que me ganarías estabas muy.... equivocada perra, meterte conmigo fue tú peor error. ─extiende la palabra.

─¡Estás loco!.

─¡Si!, Lo estoy.

Sofía miraba al rubio con miedo, no debió desafiarlo, él no era Ji eun, él sí tenía agallas.

«Si quieren saber qué pasó aquí volvamos a la mañana siguiente de la discusión»

Solo y triste estaba el rubio esa mañana cálida en Mónaco, había pasado la peor noche de todas por culpa de su esposo.

Era su segunda discusión contando la de Japón donde lo desprecio, sentía que volvía desde principio donde todos lo criticaban por su aspecto y se burlaban de sus lentes redondos.

Su esposo intentó hablar con él pero a Jimin le dolía recordar tanto ver a su esposo feliz con esa zorra, pero no quería derramar más lágrimas por ello, tenía que ser fuerte porque no le daría el gusto a esa infeliz de ver le llorar por su culpa.

Estaba ahora en la cocina preparando una canasta de comida para Estefan; el hombre guapo que lo ayudó cuando se cayó. Le pido ayuda a una de las mujeres del servicio para que lo cocinará algo delicioso al hombre, no le dio las gracias ayer porque tenía la cabeza en otro lado.

Le preparo un rico sándwich de pavo, con una rica agua de Jamaica bien fría, y de postre un rico pastelito de jalea de fresa con galletas y fruta picada.

─Listo, amo Jeon. ─le dice la mujer haciendo una reverencia.

─Gracias. ─Toma la canasta con su mano sana y en eso llega Hyunjin comiendo una manzana.

─¡Hey Jimin!, ¿adónde vas con eso?.

Pregunta señalando la canasta.

─Le preparé algo al hombre que me trajo ayer, el que me ayudó. ─Hyunjin arqueo una ceja mirando al rubio. ─ Es sólo agradecimiento, no le di las gracias, es lo mínimo que puedo hacer.

El pelinegro asintió pero con algo perverso en su cabeza, ayer su hermano la cago con Jimin, escucho todo desde afuera y por obvias razones le daba la razón a su cuñado. Si le hicieran lo mismo, se enoja incluso peor que el rubio.

─¿Quieres que cuide a Sadie por ti?. ─Jimin asiente.

─Se que te la dejo mucho pero sólo está vez ¿sí?

─Me gusta estar con Sadie, es muy linda, no te preocupes yo la cuido. ─sonríe.

─Gracias, te deje un sándwich de pavo con agua de Jamaica fría por si tienes hambre, Sadie ya comió solo cuídala bien.