BAD BOY || KookMin

BAD BOY 20

Jungkook se encontraba terminando de colocar el último globo en la pared. Ese día había pedido permiso de faltar, y ya que el director del asilo le tenía bastante aprecio, aceptó darle el día libre.

Su hijo parecía demasiado contento mientras jugaba con unos carritos en la sala, aunque de vez en cuando miraba la puerta como esperando a que los invitados llegaran.

—¿Estás feliz Galletita?

—¡Sipi!— asintió con su cabeza— ¡Ya quiero que lleguen todos!

—Pronto Galletita.

Sonrió ampliamente y se dirigió a la cocina, donde yacian unas cajas de pizza que habían traído hacía poco. Solo esperaba que sus amigos no tardarán demasiado. Las tomó y las llevó hasta la mesa en la pequeña sala, después acomodó unos refrescos y algunas botanas.

«Ding dong» el timbre del departamento sonó unos minutos después, por lo que Jukka, emocionado, corrió hasta la puerta preguntando quién era, y al escuchar la voz de Namjoon no dudó en abrir y darles la bienvenida.

—¡Jukka! ¡Felicidades!— lo abrazó el peli púrpura haciéndolo sonreír— Mira lo que te compramos Jessie y yo.

Le entregó una gran caja de regalo adornada con papel rojo, y el niño inmediatamente corrió al sillón para poder abrirlo.

—Me alegra que vinieran— habló Jungkook chocando sus puños con Namjoon y Jessie.

—No nos lo habríamos perdido por nada— dijo la peli negra abrazando a su novio— ¿Verdad amor?

—Por supuesto. Es obvio, así hubiera llovido a cántaros, habríamos venido.

—Que exagerado.

—¡Papá mira!— la voz de Jukka los interrumpió, y cuando lo miraron, levantaba en sus brazos un gran carro de control remoto color rojo.

—Wow, está increíble Galletita.

—¡Sipi! ¡¿Puedo jugar con él?!

—Es tuyo, claro que puedes.

El niño felizmente lo colocó en el suelo y comenzó a aplaudir mientras que Namjoon le enseñaba cómo usarlo.

Unos minutos más tarde, aparecieron YoonGi y Taehyung, aunque Jungkook no esperaba que el peli gris le trajera tantos regalos a su hijo. Tantos que incluso Jukka se sorprendió.

—¿No exageraste un poco?— le susurró Jungkook.

—Nop, además se merece eso y más.

El azabache rodó los ojos ante la contestación, pero tampoco estaba molesto, después de todo Jukka jamás había tenido tantos regalos y pensó que por una vez no estaría mal, solo no quería que se acostumbrara a ello, porque él no podía comprarle tantas cosas como quisiera.

Y así, poco a poco fueron llegando los demás, hasta que solamente faltaba una persona, la misma persona a la que Jungkook más esperaba ver.

—¿Y Jimin?— les preguntó a SeokJin y Hoseok, quienes habían llegado momentos antes y ahora se encontraban degustando una deliciosa rebanada de pizza.

—Nos dijo que se iba a demorar un poco. Creo que debía comprar algo.

—Ah, ya entiendo.

No quería parecer ansioso, pero la realidad era que lo estaba. Había visto al peli rosa un día antes y sentía que pasó una eternidad de no verse. Algo tal vez exagerado, pero lo cierto era que la presencia de Jimin lograba tranquilizar a Jungkook, le transmitía muchas cosas que no lograba entender del todo, y sin embargo le gustaba mucho esa sensación de nerviosismo y el cómo su corazón latía rápidamente al tenerlo cerca.