BAD BOY 8

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Varios días ya habían transcurrido, y aquella mañana Jimin despertó más temprano de lo habitual.

Era sábado, por lo que intentó dormir nuevamente, sin embargo nada de lo que hizo funcionó, así que decidió levantarse muy en contra de su voluntad.

Los bostezos abandonaban su boca con cada paso que daba hacia el baño, y una vez dentro, abrió la llave de la regadera y se miró al espejo para enseguida tomar su cepillo de dientes.

—Te ves terrible— le dijo a su reflejo aún somnoliento.

Con pereza se acercó a la regadera esperando el agua caliente, y cuando finalmente pudo sentirla en la palma de sus manos, se adentró para tomar una relajante ducha.

Una hora más tarde, Jimin iba en dirección al asilo de ancianos, lugar donde se encontraba su abuelo debido a que su padre lo metió ahí apenas se mudaron de casa, pues no quiso cuidarlo a pesar de que él y su madre prometieron ayudarlo. 

Desde ese día nunca fue de visita, no por que no quisiera, si no por que no había podido, en parte por la escuela, en parte por su padre, por eso aprovecharía para ir ese día que sus progenitores habían salido de paseo y no tenía deberes pendientes.

Tomó el autobús, y mientras éste recorría las calles, Jimin miraba el exterior sin prestar mucha atención en realidad al entorno. Su mente aún estaba perdida en aquellos ojos marrones que le fascinaba observar.

Durante toda la semana, había compartido sus comidas a lado de Jungkook en la cafetería de la escuela, y aunque solamente eran unos minutos, él lo disfrutaba enormemente.

Pasaron unos minutos cuando por fin vió el asilo, y gracias a dios no quedó perdido en su mar de pensamientos como para no darse cuenta de que ahí era su destino, así que se levantó de su lugar y pidió la parada.

El sitio era ¿Lindo?, en realidad no sabía cómo describirlo. Parecía una casa común y corriente, solo que mucho más grande, con un amplio jardín, una piscina vacía y varias ventanas. Era de color verde oscuro y a su parecer, un poco deprimente, pues todo era tan silencioso que cualquiera podría creer que era un lugar abandonado.

Adentro, las encargadas le indicaron por donde debía ir para llegar a la habitación del viejo, como le llamaron ellas con una muy alegre y amplia sonrisa que indicaba claramente "odio mi vida, odio mi trabajo, odio todo", así que ignorando la mala cara de las empleadas se encaminó por los pasillos hasta que finalmente llegó.

—Toc toc— tocó la puerta e inmediatamente un señor de cabellos canosos, bastante delgado y alto, lo miró— Hola abuelo... ¿Puedo pasar?

—¡Minie!— el hombre se puso de pie tan rápido como pudo y caminó hasta su nieto, quien gustoso lo recibió en un abrazo.

—Te extrañé mucho abuelo. 

—Yo también te extrañé mucho hijo, ¿Por qué no habías venido a visitar a éste pobre viejo?

—Lo lamento mucho abuelo, las cosas en la escuela han estado bastante pesadas.

—Pero aún sigues siendo un niño aplicado ¿Verdad?

—¡Abuelo!— chilló Jimin haciendo un tierno mohín— Ya no soy un niño.

—Perdóneme usted señor adulto— se burló el hombre dando unas palmaditas en su espalda—. Ven Minie, vayamos a pasear por el lugar, aquí es muy aburrido y a éste viejo aún le gusta divertirse.

Jimin sonrió ampliamente y asintió siguiendo a su abuelo por los largos pasillos.

El lugar era bastante grande ahora que lo miraba mejor, muy grande de hecho. Además había varios hombres y mujeres que se encargaban de cuidar a los ancianos, aunque la mayoría tenía el rostro completamente serio y parecía que en cualquier momento iban a decir una infinidad de maldiciones.

BAD BOY || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora