BAD BOY || KookMin

BAD BOY 36

—Vaya, hoy pareces estar de muy buen humor— dijo un anciano parándose frente a Jungkook.

—Hyo.

—Tiene un tiempo que no te veo por aquí.

—Bueno, no había podido venir, pero estoy de vuelta— sonrió gustoso y le dio un cálido abrazo.

—Oh... Te ves más alegre que antes, ¿Ocurrió algo?— dijo divertido levantando sus cejas.

—Bueno... En realidad pasaron muchas cosas.

—Me imagino que cosas buenas.

—Muy buenas, Hyo.

Sonrió y recordó el día en que volvió a ver sus padres. Ciertamente no esperaba que reaccionarán tan bien, especialmente porque su padre antes era demasiado estricto y su expresión seria daba miedo, pero ahora, ni siquiera dijo nada cuando mencionó a su hijo y a su novio, incluso los invitó a comer. Aquella tarde había pasado entre largas platicas, risas y también anécdotas de su infancia, donde Jimin se enteró de que Jungkook antes era un niño muy risueño y alegre que tenía muchos amigos, pero sabía también el porqué había cambiado tanto.

—Creciste mucho hijo, y te pusiste muy guapo— mencionó su madre con orgullo—, además te ves muy fuerte, creo que te has cuidado bien.

En ese momento la sonrisa de Jungkook se había desvanecido, si tan solo sus padres supieran lo que había pasado con él, no estarían mostrando esas expresiones de alivio y felicidad, pero no quería arruinarlo, así que prefirió no decir nada, después de todo, eso estaba en el pasado y era algo que deseaba olvidar.

—No creo que vayas a volver a casa— dijo su padre durante la comida—, pero por lo menos dinos en dónde podemos encontrarte... No quiero estar lejos de ti por tanto tiempo hijo, no otra vez.

Así fue que ahora mantenían contacto a través de llamadas, y había prometido visitarlos más seguido, además les dijo que no debían preocuparse, que un día los llevaría a su departamento, pero que por el momento era mejor de esa manera, y aunque no estuvieron totalmente de acuerdo, aceptaron.

—Por cierto, ¿Has visto a Jimin últimamente? No ha venido a visitarme— dijo Hyo sacándolo de sus pensamientos.

—Tengo la impresión de que le dará una sorpresa muy pronto— respondió con una sonrisa mientras miraba detrás del anciano, pues Jimin se acercaba a él despacio y en silencio con una amplia sonrisa que dejaba ver sus dientes.

—¿Tú crees?

—Lo aseguro.

—¡Sorpresa!

—¡Minie!— exclamó el hombre dando un pequeño brinco por la impresión, pero eso no lo detuvo en apretujar y besar las mejillas de su nieto— ¿A caso quieres matarme? ¿Eh?— interrogó sin dejar de apretujarlo.

—No abuelo, solo quería sorprenderte— respondió travieso para después abrazarlo fuertemente—, además quería hablar contigo sobre algo... Claro, si tienes tiempo.

—Minie, para ti tengo todo el tiempo del mundo— sonrió y acarició los cabellos grises de su nieto.

—Bueno, entonces los dejo hablar... Si me necesitan, estaré en el tercer piso.

—Gracias Kookie.

Finalmente el azabache se retiró del lugar, dejando a Jimin con su abuelo, quienes empezaron a caminar por los pasillos en silencio, hasta llegar al jardín, que pese a estar un poco descuidado, era agradable y tranquilo.

—¿Y bien? ¿Qué querías decirme hijo?

—Bueno— dudó un poco—, ¿Recuerdas que tú siempre bromeabas con nosotros acerca de tener una pareja del mismo sexo?