BAD BOY 39

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La noche parecía bastante larga, y para ser la primera vez de Jimin, no parecía cansado, ni siquiera adolorido.

—¿Estás bien?— preguntó Jungkook apoyandose en sus brazos mientras lo miraba fijamente, con sus cuerpos aún unidos. No sabía cuánto tiempo llevaban haciéndolo, pero ya era de madrugada.

—Estoy bien— sonrió sinceramente. No estaba mintiendo, se sentía de maravilla, pues Jungkook había sido sumamente gentil y delicado, jamás había sentido un tacto tan suave como el suyo.

—Si quieres parar...

—Oye, estoy bien, enserio.

El mayor asintió con una sonrisa muy suave, y entonces volvió a acercarse para besar aquellos labios rosados y gruesos que le enloquecían. Después, su lengua hizo un recorrido por el cuello, hasta llegar a su hombro, y comenzó a succionar la piel.

—E-Espera.

Inmediatamente se detuvo y se alejó, tratando de calmar la respiración que se había vuelto agitada.

—Lo lamento... Yo... Perdóname, no debí dejar que...

—Tranquilo, no es nada malo— le interrumpió y se acercó, acunando con sus manos el rostro de Jungkook— Solo... Sentí algo muy extraño cuando hiciste eso. 

—¿Extraño?... Amor, si no te sientes a gusto yo...

—No lo malentiendas... Fue algo extraño en un buen sentido, solo que sentí como si mis piernas perdieran toda la fuerza, sentí cosquillas en el estómago y un escalofrío me recorrió el cuello... Fue muy sorpresivo.

—Entiendo... Si no quieres que haga eso, no lo haré.

—Quiero que lo hagas... Se sintió bien.

Una vez más, Jungkook sonrió sutilmente y volvió a acercarse al cuello de Jimin para besarlo, y posteriormente volver a succionar su piel, sintiendo como él se retorcía y suspiraba de placer bajo su cuerpo.

Las manos de ambos temblaban, pero aún así, sus dedos se entrelazaron suavemente, un toque sutil, y a pesar de eso, parecía como si su piel quemara la yema de sus dedos en cada roce. Sus labios ardían al igual que sus manos, como si tocaran fuego.

Sus pechos subían y bajaban, incapaces de encontrar el ritmo adecuado para poder respirar.

—¿Estás seguro de que quieres seguir? Si me dices que no, prometo controlarme y parar.

—Estoy seguro. Ni siquiera me siento cansado.

Jungkook soltó una pequeña risa, de esas que muy pocas veces se lograban escuchar, una risa que a Jimin le encantaba, y que lo hacía sentiste especial, porque muy pocas personas la habían escuchado.

—¿Sería muy repentino decir que te amo?

—Creo que... A estas alturas, es apropiado— respondió el peli gris sonriendo, acariciando la nuca del azabache mientras lo acercaba para volver a unir sus labios.

El cuerpo entero de Jimin se destensó al contacto; los labios de ambos parecían hechos para el otro, sus manos parecían creadas para rozar la piel del contrario. Ambos cuerpos se combinaban en una armonía secreta, una melodía que nunca habían oído y que bailaban como si la conocieran desde siempre.

Las manos del azabache bajaron por el pecho del peli gris, quien sintió aquellos largos dedos jugar cerca de aquella parte prohibida que ahora sólo conocerían él y Jungkook. Tragó en seco, no iba a negarlo, estaba nervioso por la mirada fiera y provocativa de su novio, pero no sé acobardo, llevó sus manos hasta la espalda del mayor, apretando su piel, clavando sus uñas por la excitación, y aunque ya llevarán un rato en esa situación, Jimin aún se sentía realmente torpe en sus movimientos, sin saber que para Jungkook, era lo más placentero y exitante que había experimentado jamás.

BAD BOY || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora