TWD: Carl Grimes One Shots

Jugando cartas con el tío Daryl

Volver a huir era realmente desesperanzador. La prisión había sido el mejor refugio de todos por los que habían pasado. Habían logrado convertirlo en un verdadero hogar, por lo que verla caer les había dolido a todos. Terminus les había devuelto algo de esperanza. Por mas de que habían permanecido escépticos al respecto, parecía ser un buen lugar. Eso fue hasta que se enteraron del canibalismo.

Fue una pena descubrir que era todo una emboscada. Y fue aun peor haber tenido que destruir el lugar por completo para poder escapar. Podría haber sido un buen refugio para todos si hubieran encontrado la forma de tomarlo por la fuerza sin incendiar hasta el último rincón. Ahora se encontraban caminando por el bosque sin rumbo una vez mas, rezando por encontrar un refugio que los albergara cuando el sol se escondiera. Lo único que era rescatable de la situación era que esta vez todo el grupo había logrado escapar junto.

La supervivencia al aire libre no era fácil. Los caminantes no eran tanto problema como sí lo era la falta de agua y comida. Y caminar durante horas bajo los rayos del sol no ayudaba para nada a sus cuerpos hambrientos y deshidratados. Las noches eran mas amenas, aunque nadie lograba dormir profundamente. Por mas de que dejaban guardias que se turnaban para asegurar el área, todos estaban demasiado tensos como para poder descansar verdaderamente. La falta de paredes a su alrededor inevitablemente los hacia sentir expuestos y en peligro a pesar de que eran los únicos en la zona.

Por suerte, luego de días al aire libre sin nada más que el horizonte delante y caminantes detrás lograron encontrar un lugar donde refugiarse para pasar la noche. Era una pequeña choza de madera que lucía bastante maltratada por el paso del tiempo. Estaba vacía a excepción de un par de caminantes que fueron rápidamente asesinados y arrastrados fuera de la propiedad por Daryl. Apestaba a humedad y putrefacción, pero no estaban en posición de elección. Era el primer refugio que se cruzaban en días y no lo dejarían pasar por un detalle tan menor. En la incertidumbre en la que vivían por el momento no había forma de saber cuándo se toparían con otro lugar así.

Luego de tapiar la puerta y asegurarse de que no hubiera otra entrada por la cual caminantes pudieran sorprenderlos, todos se acomodaron alrededor de una fogata improvisada. Daryl se ofreció a cubrir la primera guardia. Tomo su ballesta, un arma por si acaso, y se acomodó a unos metros de la fogata, recostando la espalda contra la pared para tener una mejor visión del lugar. De a poco, todos se fueron levantando de su lugar frente al fuego para elegir un costado de la choza en el cual dormir.

Tu elegiste una esquina algo alejada de los demás y te acostaste dándole la espalda a la luz del fuego que brillaba en el centro de la habitación con la esperanza de que eso te ayudara a conciliar el sueño. Diste varias vueltas en tu lugar intentando encontrar la pose correcta para dormir. Luego de haber pasado un rato mirando el techo aceptaste que no podrías descansar esta noche, así que te levantaste y, tomando un arma, te acercaste a Daryl para hacerle compañía en su guardia.

"Espero que no esté de mal humor, se vuelve insoportable estar cerca suyo cuando permanece callado mirándote con cara de perro" pensabas mientras lo buscabas. Lo encontraste sentado junto a Carl, al parecer él tampoco podía dormir.

—Espero que no te estemos molestando —dijiste de forma amable al verlos—, parece que somos varios los que no podemos dormir.

—No molestan, no hay mucho que hacer de todos modos —contexto con su característica voz ronca y su típico tono inexpresivo.

—Es una noche de mierda para tener insomnio. Todo tan tranquilo y uno sin poder dormir —agregó Carl.

—Supongo que es porque estamos acostumbrados a dormir con el peligro acechándonos. La tranquilidad asusta porque es incertidumbre, nunca sabrás que viene después de ello —comentaste mientras te sentabas al lado de ellos.