TWD: Carl Grimes One Shots

¡Es hora de la limpieza!

Te quedaste sola con los tres. Ciertamente hubieras preferido seguir a los demás, pero al igual que tus tres compañeros fuiste seleccionada por tu edad e inexperiencia para quedarse a cuidar todo lo que los demás dejaron atrás. La bebé era quien menos problemas daba. Solo dormía y despertaba de vez en cuando por hambre o un cambio de pañal. Los otros dos eran los que más cansada te tenían.

Habías pasado las últimas horas escuchando a Carl y Eugene discutir sobre cómics y superhéroes. Por lo general aquello no era algo te molestara. A veces incluso participabas de la conversación, después de todo, tu leías las mismas cosas que Carl. Además, te encantaba discutir con ellos por cualquier cosa así que nunca dejabas pasar una oportunidad para comenzar un debate. Pero en este momento particular, el solo escuchar sus voces te irritaba. No podías creer que te hubieran dejado atrás con ellos a realizar las "tareas del hogar" mientras todos los demás salían y se arriesgaban por ti. Tu debías estar allí y no aquí, pero tu edad impedía que te tomaran seriamente y eso te ponía de mal humor.

—A ver, dúo de nerds, aquí no importa si Thor es mejor que Iron Man o viceversa. Intentamos sobrevivir, ¿lo recuerdan? —les dijiste para interrumpirlos cuando te cansaste de escuchar la discusión que se volvía cada vez más ruidosa.

—¿Acaso tienes algo mejor que hacer? —preguntó Carl con tono irónico.

Caminaste un par de pasos más para acercarte hacia ellos. Estaban sentados en el piso, rodeados de cómics y demás coleccionables que Carl había acumulado con el paso del tiempo. Les dedicaste una mirada fulminante antes de decir:

—De hecho sí, pensaba hacer una competencia para ver quien es más nerd, pero creo que en eso empatarían. Debería hacer una competencia para ver quién es más inútil. Eso sí tendría efecto.

La molestia se podía sentir en tu voz y leer en tu expresión. Carl sabía que lo que realmente te molestaba era haberte quedado atrás, por eso no se tomaba tus comentarios muy seriamente. Él sabía más que nadie las ansias que sentías por salir allí afuera y probarle a todos que eras más que capaz de cuidarte sola y de proveer para el grupo. Él solía ser como tu, pero con el paso del tiempo se acostumbró a ser sobreprotegido. Había intentado rebelarse muchas veces en el pasado y no le había funcionado, por eso quedarse en casa mientras los demás se aventuraban en misiones importantes había dejado de molestarle tanto.

—No creo que puedas entender la utilidad de un cerebro superior —comentó Eugene con un ademán soberbio.

—Pues para mi lo único que hace el "cerebro superior" es consumir reservas de comida y agua —le contestaste haciendo el gesto de comillas con los dedos, devolviéndole la ironía.

—No somos inútiles —se quejó Carl— ¡Yo no soy inútil! Puedo probártelo.

Fue entonces que una idea se formó en tu mente. Tenían muchas tareas que realizar antes de que los demás regresaran y no estabas dispuesta a hacerlo todo sola. No mientras ellos se quedaban sentados holgazaneando y discutiendo cosas sin sentido. Si los tres habían sido olvidados, entonces los tres trabajarían juntos en las tareas de mantenimiento importantes que los demás no podían realizar. Los obligarías a hacerlo si era necesario.

—Tranquilo, Carl, vas a tener una oportunidad. Ambos la tendrán —aseguraste con una sonrisa maliciosa en el rostro—. Hay bastantes tareas pendientes para que todos nos ocupemos en algo. Quien termine primero se probara a si mismo ante los demás y se ganara el valioso título de "miembro útil del grupo", ¿qué les parece?

—Que estás buscando una forma de escapar a tus tareas pendientes —contestó honestamente Eugene. Lo miraste con odio en los ojos y soltaste un bufido.