Peligro

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N/A: Aviso que hago una mención a un intento de violación, no es explicito pero si te incomodan esta clase de temas no deberías leer.



Carl estaba comenzando a preocuparse. Fernanda había salido hace horas y aun no regresaba, cuando en realidad lo que debía hacer no era un tarea que demandara tanto tiempo. Aquel retraso solo significaba que algo había salido mal. Se maldijo mentalmente por no haberla acompañado, mientras caminaba de un lado a otro en su habitación intentando decidir qué hacer ahora.

Nunca debió haberla escuchado. Dejar que su mejor amiga fuera sola a rastrear los camiones de los salvadores que salían de Alexandria para así poder encontrar el Santuario había sido una de las decisiones más estúpidas que había tomado. Su idea principal había sido ir y matar a Negan, acabar de una buena vez con todos los problemas y vengar la muerte de sus amigos. Sin embargo, Fernanda pensaba que era un plan estúpidamente arriesgado y que debían ser más cuidadosos e inteligentes si realmente querían lograr matar a Negan.

—No tenemos tiempo para perder, volverán en cualquier momento y cada vez nos exigirán más cosas. Mi padre no va a hacer nada al respecto, pero yo sí —le había dicho Carl cuando ella descubrió su plan.

—¿Y qué piensas que pasará? —contestó ella con incredulidad— ¿Piensas que simplemente vas a entrar armado al Santuario y meterle una bala en la cabeza a Negan sin problema? Lamento decepcionarte pero las cosas no son tan sencillas. Vas a fallar y entonces conseguirás que te maten.

Y claro que se dejó convencer por sus palabras. Era algo que no podía evitar, tenía ese efecto en él. Fernanda era la única persona capaz de hacerlo callar, razonar o cambiar de parecer cuando nadie más podía.

—Puede no ser el mejor plan, pero no tenemos muchas opciones. Nadie va a ayudarnos, todos seguirán las órdenes de mi padre.

Aquello era cierto. Por más de que no todos estaban conformes con la situación por la que estaban pasando, nadie había desobedecido a Rick todavía. Y era más que obvio que nadie le haría caso a un par de adolescentes.

—Lo sé, pero aun así tenemos que pensar bien esto. No voy a arriesgarme a que alguien más salga herido, mucho menos tu o Daryl.

El miedo y la tristeza se reflejaba en los ojos de la joven. Tan solo notar aquel detalle bastó para que Carl aceptara por completo la propuesta de su amiga de idear un mejor plan. Carl sabía lo mucho que Daryl significaba para ella y cuánto estaba sufriendo al saber que estaba con Negan. Después de todo, él era quien le había salvado la vida y la había traído al grupo con él.

Daryl cazaba en el bosque cuando se topó con ella. La joven estaba lastimada y atada a un árbol, intentando desesperadamente que un hombre que la triplicaba en tamaño y edad la tocara. Sus intentos eran en vano porque la soga que aquel desconocido había usado para amarrarla la mantenía en su lugar. A Daryl no le había temblado el pulso al apretar el gatillo de su ballesta, insertando una flecha que atravesó la cabeza de aquel monstruo.

Se aseguro de que la pobre chica estuviera bien antes de contarle sobre su grupo. Le tomó un tiempo convencerla de que fuera con él hasta su comunidad, principalmente porque la adolescente –que ahora sabía se llamaba Fernanda– seguía conmocionada por la situación que acababa de vivir. Ninguno de los dos lo sabía todavía, pero con esa oferta Daryl le había proporcionado a Fernanda todo aquello que había perdido y buscaba desde el momento en el que sus padres habían muerto: una familia por la que vivir y un hogar al que pertenecer y proteger.

Al principio a Fernanda le había costado adaptarse. Desde el comienzo de los problemas la joven solo había formado parte de un grupo, el cual sucumbió a mano de caminantes muy rápidamente. El último lugar al que había llamado hogar era su casa en México, que quedó abandonada desde el día en el que viajó junto a su familia para vacacionar en Estados Unidos. Fernanda se sentía extraña al desarrollar un apego emocional tan grande a un lugar que se encontraba tan lejos de allí, pero con el tiempo había logrado adaptarse a ese nuevo hogar.

TWD: Carl Grimes One ShotsWhere stories live. Discover now