TWD: Carl Grimes One Shots

Enemigos {parte tres}

Alexa noto que los días parecían pasar mucho más rápido ahora que ocupaba casi todo su tiempo en ayudar a su padre con lo que sea que necesitara en el Santuario. Mucho había cambiado entre ellos en las últimas dos semanas. Negan y Alexa estaban más unidos que nunca y todos podían notarlo. Ella ya no desaparecía por horas, aunque seguía escapándose a pasear por el bosque cada vez que podía. Ya no le gritaba a su padre o se negaba a realizar las tareas que este le pedía.

Por su parte, Negan era mucho más cariñoso con su hija, y no únicamente cuando se encontraban a solas como solía hacer antes. Además intentaba no ser tan grosero con ella cada vez que le daba una sugerencia. Aquello no le había resultado tan difícil ya que Alexa parecía haber dejado de ser tan compasiva con todos. Negan no sabía exactamente qué era lo que la había hecho cambiar de esa forma, pero no podía decir que estaba disgustado. Su hija finalmente había aceptado quién era. Había dejado de pelear contra su lado salvador y ahora trabajaba junto a él para mejorar el Santuario día a día.

Alexa se sorprendió al notar lo feliz que la hacían aquellos pequeños cambios en su vida. En un principio solo había comenzado a ayudar más en el Santuario porque esa era una forma fácil de mantener a Carl lejos de sus pensamientos. Pero a medida que los días fueron pasando noto como su relación con Negan comenzaba a acercarse cada vez más a la típica relación de padre e hija. Aquello le hizo sentir tan bien que pronto se encontró obedeciendo cada orden que su padre le daba sin replicar, trabajando más de lo que lo había hecho jamás.

A pesar de todo, Alexa estaba feliz porque por primera vez en mucho tiempo su vida parecía estar en orden. Había encontrado la forma de mantener a Carl fuera de sus pensamientos y así poder sanar su corazón a la vez que mejoraba la relación con su padre. Se sentía como si la vida le sonriera, y justamente aquello debería haberle servido como una advertencia de lo que estaba por pasar.

—Pequeña, deberías ir a prepararte. Y busca a Jackson para que venga con nosotros también —escuchó de repente hablar a su padre a sus espaldas. Alexa se volteó para mirarlo a la cara mientras acomodaba el arma que colgaba de su hombro.

—¿Ir a donde? —le pregunto algo extrañada. Estaba ocupada cubriendo un puesto de vigilancia al que él mismo la había dejado ir, no tenía mucho sentido que tan solo un par de horas después le pidiera que lo dejara.

—A Alexandria, hoy es día de cobro.

Y solo esas palabras bastaron para que un nudo se formara en el estómago de la chica y se le dificultara un poco respirar.

Alexandria.

Se había concentrado tanto en evitar pensar en la existencia de ese lugar y todos sus habitantes que había olvidado por completo que probablemente en algún momento tendría que volver a allí. De repente todo el progreso que había hecho en las últimas semanas desapareció, y su mente revivió todo lo que había pasado con Carl.

El corazón se le estrujó en el pecho al recordar aquel nombre y sintió ganas de pegarse a sí misma por ello. Justo cuando creía que tenía todo bajo control, justo cuando creía que ya lo había superado, el destino tenía que volver a traerlo a su vida.

Por un momento Alexa consideró la idea de inventar alguna excusa para evitar tener que ir con su padre a Alexandria, pero decidió no hacerlo. Ella no era ninguna cobarde, no huiría de Carl por el resto de su vida. No podía darle la satisfacción de hacerle saber que le había afectado tanto que no la quisiera del mismo modo que ella a él. Tenía que ser fuerte y enfrentar la situación. Tal vez eso era exactamente lo que necesitaba para poder superarlo y seguir adelante con su vida.

—Iré a prepararme —le contestó Alexa a su padre antes de entregarle el arma y salir de allí.

Encontrar a Jackson le llevó unos buenos diez minutos, pero una vez que lo hizo le informo que debían partir hacia Alexandria y ambos se prepararon juntos. Él estaba algo preocupado por su amiga. Sabía todo lo que había pasado con Carl, lo mucho que él la había lastimado, y no creía que llevar a Alexa a Alexandria fuera una buena idea.