嚣张
Xiao zhang
Unbridled
Sinopsis:
Lin Wuyu es el dios académico de su escuela secundaria: tranquilo, confiado y siempre capaz de obtener el primer lugar sin esfuerzo. Ding Ji hace alarde de su excelente memoria y se especializa en el arte de engañar...
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—...Es muy dulce —dijo Ding Ji
—Comí helado cuando salí —dijo Lin Wuyu— estoy un poco satisfecho ahora.
—Con la clase de apetito que tienes, ¿quedas satisfecho con helado? —Ding Ji se puso de pie, se lavó las manos en una tienda cercana y sacó su motocicleta eléctrica.
—Tres cajas —Lin Wuyu se tocó el estomago— fue demasiado, el helado ocupa más espacio que el arroz.
—Te irás corriendo —dijo Liu Jinpeng.
—Sé civilizado —Ding Ji subió a la motocicleta e inclinó la cabeza hacia Lin Wuyu— sube.
Lin Wuyu traía consigo una gran bolsa cuando se subió.
—¿Compraste algo? —preguntó Ding Ji
—Mm, leche en polvo —dijo Lin Wuyu— transferiremos doscientos yuanes después, colaboraremos juntos.
—Si —Ding Ji asintió.
Cuando Lin Wuyu se subió a la motocicleta, se metió el dobladillo de su camiseta dentro de sus pantalones.
—¿Qué tipo de tendencia de moda hay ahora? —Liu Jinpeng lo miró con disgusto.
—Cállate —Ding Ji encendió la motocicleta y antes de que Liu Jinpeng pudiera decir algo más, condujo entre la calle de frutas.
—¿Puedes pasar por aquí? —preguntó Lin Wuyu, por detrás.
—Sí —Dijo Ding Ji pasando con mucha facilidad entre la multitud— puedo conducir por aquí incluso con los ojos cerrados, no te preocupes.
—Tú... —Lin Wuyu miró hacia atrás, en dirección al puesto de sandías —No es de extrañar que cuando dijiste que yo no era una flor de durazno la última vez, mencionaste que parecía más una sandía.
—¿Qué? —Ding Ji volvió la cabeza.
—¿Siempre vendes sandías ahí? —preguntó Lin Wuyu.
Al final si fue verdad.
Ding Ji suspiró.
—No es mi puesto —realmente no sabía si Lin Wuyu le podía creer—esas son las sandías de Peng peng.
—Oh, ¿y estás ayudando? —dijo Lin Wuyu— Se puede ganar dinero vendiendo en el carro de sandías, ¿verdad? ¿No deben dividir todo después?
—No estaba ayudando —dijo Ding Ji—¡Solo me estaba comiendo una sandía ahí mismo!
—Ya veo —dijo Lin Wuyu
Ding Ji sintió que cuanto más explicaba, más inventado sonaba. Por lo que tuvo que cambiar de tema: —¿Dónde estás viviendo en estos días?
