Capítulo 31

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Los dos miraron a los demás como unos tontos.

Lin Wuyu había llenado la mitad del carro con bocadillos, como si se estuviese a punto de acabar el mundo 

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Lin Wuyu había llenado la mitad del carro con bocadillos, como si se estuviese a punto de acabar el mundo 

—¿Comprarás todo esto? —preguntó Ding Ji. 

—¿No se viene al supermercado a eso? —dijo Lin Wuyu. 

—¿Eres capaz de comerte todo esto? —Ding Ji se giró— ¿y dónde están mis piruletas? 

—Están debajo, lo primero que tomé fueron las piruletas —dijo Lin Wuyu— son de chocolate y leche. 

—Gracias —Ding Ji sonrió— en realidad, esto no quiere decir que me encanta comerlas todo el tiempo, es solo...

—Es casi como un chupete —dijo Lin Wuyu. 

Ding Ji lo miró: —Lo que digas. 

—Cuando era niño me mordía las uñas —Lin Wuyu suavizó su voz— mis dedos estaban feos. 

—...pobre niño —Ding Ji se inclinó y miró sus manos que sujetaban el carrito: —No puedo notarlos ahora, ¿Cuándo dejaste de hacerlo?

—No lo recuerdo —dijo Lin Wuyu— creo que después de ingresar a la escuela secundaria. 

—¿Después de que te volviste guapo? —Ding Ji lo miró. 

—Sí —Lin Wuyu asintió solemnemente— además empecé a hacerme más alto desde mi segundo año de secundaria y cada vez crezco más...

—Ya está bien. —dijo Ding Ji— Deja de adularte. 

Mientras caminaba con una bolsa de bocadillos, Lin Wuyu probó su velocidad desde la línea de la caja del supermercado y caminó normal, aproximadamente a la misma velocidad de esas pocas personas que vio.

Si realmente era Lin Zhan, entonces no aceleró de manera deliberada y lo evitó, o mejor dicho, ni siquiera lo notó.

Bien, eso es todo. 

Lin Wuyu decidió no pensar en este tema el día de hoy, no podía comprender en qué estaba pensando. 

Solo hay que dejar de lado esto, cortar la conexión y pensarlo de manera clara más tarde. 

Siempre ha estado acostumbrado, a utilizar esta forma forzosa de olvidar las cosas a corto plazo. Para así tener un orden estable de sus emociones, lo que le permitía también de mejor manera, manejar varias situaciones. 

Después de dominar esta clase de habilidad, podía luchar de manera invencible y no existirá problema que no pueda resolver. E incluso, manejar los problemas que no sabía cómo resolver. 

—¿Qué hacemos? —preguntó Ding Ji. 

—...No lo sé —respondió Lin Wuyu. 

Cuando regresaron al departamento alquilado, se encontraron con una situación repentina. 

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