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Mejor tarde que nunca, lxs amo!😚

Instagram: b4by_giirl

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NARRA DAKOTA

Miré la hora en mi teléfono:

21:53

Suspiré y volví a marcar el número de Alex, preocupada. No me sorprendí cuando no hubo respuesta, hacía media hora había perdido cualquier clase de esperanza de que viniera. Miré por la ventana de mi habitación mordiéndome el labio inferior con nerviosismo.

¿Estará bien? ¿Se habrá asustado? Exactamente por eso quería evitar que aceptara la invitación de mis madres.

Unos golpes leves en la puerta de mi habitación llamaron mi atención y Cata entró.

—D, se está haciendo tarde, ¿por qué no bajas a comer algo? —Noté el tono cuidadoso que usó y aquello me molestó un poco. No quería su lastima.

Negué y volví mi vista a la ventana, observando la oscuridad del patio trasero.

—No tengo hambre.

La escuché exhalar y luego cerrar la puerta. Me abracé a mi misma.

Seguramente Alex tendría una buena razón para no poder venir. Tiene que ser así.

Apreté la mandíbula sintiéndome una idiota.

¿Estaba confiando demasiado en él?

No.

No iba a dudar de Alex porque si no confiaba en él no habría forma de que lo nuestro funcionara. Una relación se basa en la comunicación y la confianza y él nunca me había mentido. No tenía motivos para dudar y no iba a dejar que mis inseguridades se metieran en el medio. No quería que mi pasado afectara mi presente.

Decidí pasar al plan B y marqué el número de Romeo, esperando que pudiera decirme algo sobre el bienestar del morocho, de quien lo último que supe era que se iba a juntar con los chicos en "Daga Estrellada ".  Al quinto tono, atendió.

¿D?

—Romeo, joder, no sabes cuánto me alegra escuchar tu voz. —Sonreí, aliviada de al fin escuchar una voz familiar del otro lado de la línea. Le había dejado varios mensajes a Alex y lo había llamado unas cuatro veces sin recibir ninguna respuesta.

¿Debería asustarme de que estés tan feliz de escucharme?—preguntó bromeando, su tono de voz era relajado y feliz—. ¿Sí sabes que soy gay, cierto?

Rodé los ojos.

—No eres gracioso. —Soltó una leve carcajada y ensanché mi sonrisa; escuchar a alguien tan serio como Romeo reír era tierno—. ¿Estás ocupado?

—Sí—dijo sinceramente e hice una mueca, recordando que Travis me había comentado que se iban a juntar a cenar. Me sentí una mala amiga por interrumpirlos.

—Lo siento. —Rasqué la parte trasera de mi cuello con culpabilidad—. Seré rápida. Sólo quería preguntarte si sabías donde está Alex o si le pasó algo—hablé con un poco de ansiedad. Suspiré—. En serio no quería molestarte, pero se suponía que iba a venir a mi casa hace más de una hora y no apareció. Estoy preocupada...—expliqué velozmente, sintiéndome de alguna manera vulnerable. Era cuanto menos curiosa la comodidad que sentía hablando con Romeo, a pesar de sonar tan indefensa no me sentí incómoda.

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