The heart never lies (Alex)

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Observo al pequeño de tres años y medio sentado frente al televisor, está completamente hipnotizado mirando la carrera y no puedo evitar sentarme a su lado a observarla también, Alex puede ganar el campeonato y no me lo pienso perder.

Si el castaño gana la carrera, tiene el campeonato en el bolsillo, pero si no lo hace, depende de cómo queden Binder y Lüthi, incluso en el peor de los casos, de cómo quede Navarro. María lleva todo el fin de semana hablando de las posibles combinaciones que se pueden dar y yo no sé si eso es mejor o peor, me pone más de los nervios.

Mi sobrino despega la vista de la televisión un momento y se pone de pie para ubicarse frente a la misma. Pone ambas mano en la pantalla y luego vuelve a mi lado.

- Titi - toma mi mano y le da un tirón - Ale - señala con su dedito la pantalla donde se ve al menor de los Márquez.

- Si cariño, es Álex.

El pequeño se queda en silencio volviendo a hipnotizarse por la carrera. La lucha entre Binder, Alex y Lüthi me tiene con el corazón en la mano. Cuando el suizo comenzó a recortarle décimas solo rezaba para que Alex se mantuviera tranquilo y en ese segundo lugar sin que le adelantara, porque si Thomas lo pasaba no nos quedaba de otra que esperar a ver qué ocurría en Valencia y sabía que en esa ocasión yo no tendría excusa para faltar.

María ingresa al salón con un cuenco de palomitas en sus manos.

- Tu chico va a ganar.

- Basta María, no es mi chico.

- Ajá, lo que tú digas - me hace un gesto quitándole importancia, por lo que la observo con los ojos entrecerrados y le quito el cuenco comenzado a comer de puros nervios.

Ultimas vueltas y solo se escuchan los comentarios de la televisión junto al sonido suave de las motos de fondo. Max comienza a dar saltitos por toda la alfombra sin despegar la mirada de la pantalla.

El último sector lo veo en cámara lenta mientras mis ojos se empañan en lágrimas. Binder gana la carrera y Alex queda segundo, justo una de las benditas combinaciones que servían para que el castaño se coronara campeón del mundo.

El grito de júbilo del pequeño Max y de mi mejor amiga se une al mío y las lágrimas de todos se hacen presenten. Veo los gestos de Alex en la televisión y mi corazón se hace grande por ese hombre, después de tanto luchar, de un año intenso de ocasiones buenas y malas, de lidiar siempre con el estigma de ser "hermano de". Estos años en moto 2 luchando por buenos resultados para llegar a este momento cúlmine donde se ve recompensado por cada gota de sudor derramada, por cada lágrima de frustración en el silencio de su hogar.

¡ALEX MÁRQUEZ CAMPEÓN DEL MUNDO DE MOTO 2! ¡AMBOS HERMANOS GANANDO EL MISMO AÑO OTRA VEZ! Son las frases que se repiten en las voces de los relatores, al tiempo que muestran imágenes de la celebración "improvisada" de Alex junto a los suyos, los gritos de Marc a su lado, la euforia del momento me hace llorar como una niña pequeña y siento los brazos de mi sobrino rodearme. Separa su cuerpecito del mío y toma mi rostro con sus manitos haciendo que lo mire.

- ¿Por qué lloras? ¿Estás triste? - su vocecita preocupada me hace enternecer y sus ojos inocentes me observan con atención.

- Son lágrimas de felicidad peque, estoy muy contenta por Alex - limpio mis ojos con un pañuelo que me facilita mi mejor amiga.

El pequeño frente a mi me abraza fuerte, con toda la fuerza de la que es capaz un niño de poco más de tres años. Luego su atención vuelve a la televisión y comienza a saltar por todo el salón celebrando. Saco mi telefono un momento para grabar su reacción y terminado su show lo envío vía whatsapp con un mensaje.

One Shots MárquezWhere stories live. Discover now