Feel it (Marc)

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La calidez de sus labios recorre la piel de mi cuello, lamiendo mi pulso y soplando sobre el camino que va siguiendo su lengua.

Un escalofrío recorre mi espalda al tiempo que mis manos se hunden en sus cabellos castaños, tironeando las hebras que cubren su nuca. Marc lleva sus manos a mi espalda dónde da un pequeño azote en mi trasero desnudo, haciéndome gemir de placer.

El sonido de la puerta abriéndose me hace querer voltear, pero el castaño me lo impide buscando mis labios con los suyos. Mis manos recorren su pecho, pasando la yema de mis dedos por su piel con suavidad, bajando en dirección a su pelvis.

Percibo unos pasos acercarse a mi espalda, tan solo unos segundos antes de que otro par de manos se ubiquen en mis caderas, empujándome hacia atrás. El perfume de cierto francés invade mis fosas nasales, y mezclados con el aroma que desprende Marc, siento mi cerebro embotado.

Un jadeo se escapa de mis labios al sentir el bulto presionar contra mi trasero, tentándome a cobijarle en mi interior. Muevo el trasero hacia atrás, refregándome contra Pierre, arrancando un gruñido de su garganta.

- ¡Diablos!

Las manos de Marc toman hábilmente mis pechos, amasándolos a su antojo, mientras pellizca con suavidad mis sonrosados pezones, antes de bajar la cabeza para tomar cada montículo con sus propios labios, jugueteando con su lengua y dientes. Un chillido se me escapa al sentir el delicioso dolor que envía escalofríos directos a mi entrepierna, dónde el francés aún tras de mí ha comenzado a trabajar con sus habilidosos dedos.

- ¡Marc! ¡Pierre!

Me sostengo con fuerza de los hombros del español, mientras este succiona la piel de mis pechos y deja un hilo de lametones a su paso. Los gemidos se escapan de mis labios, así como de los suyos cuando Pierre me penetra levantando mi trasero hacia él y yo recibo su miembro en mi interior, mientras rodeo el miembro de Marc con la palma de mi mano.

Los jadeos se vuelven incontrolables cuando el francés comienza a moverse en mi interior marcando el mismo ritmo que yo llevo con mi diestra en el pene del español.

Marc se apoya en el sofá cuando comienzo a mover mi mano con rapidez por toda su longitud, momento que aprovecho para inclinarme sobre su torso de tal manera de acercar mi boca impaciente a su entrepierna.

- Eso es nena.

Mi lengua se pasea por toda su longitud, lamiendo desde la base hasta la punta y de vuelta. Un gruñido se escapa de sus labios haciéndome sentir poderosa.

Introduzco su miembro en mi boca intentando abarcar lo más posible y le escucho sisear entre dientes cuando succiono con fiereza, justo un par de segundos antes que Pierre, aún penetrándome desde atrás, golpee mi trasero arrancándome un jadeo que reverbera sobre el pene en mis labios.

- ¡Joder, cariño!

Empujo hacia atrás con fuerza, percibiendo al francés en todo su esplendor y lo siento tomar mis caderas con una de sus manos, mientras la otra se escabulle en el nudo de nervios en mi entrepierna.

- Vamos pequeña, no aguantaremos más mucho así.

Las embestidas se vuelven lentas y luego rápidas, jugando con la construcción de mi orgasmo. Los choques de las caderas de Pierre contra las mías, sus dedos jugando ágilmente en el punto exacto para aumentar mi placer, y las embestidas de Marc contra mi boca me hacen escalar rápidamente en una espiral.

- ¡YA LLEGO! ¡YA ESTOY!

El español pellizca mis pezones y los movimientos de los tres se vuelven descontrolados. Mi cuerpo comienza a convulsionar en medio de la maraña de empujes y embistes de un lado y del otro.

- ¡OH POR...!

Chillo desde el fondo de mi garganta al sentir estallar el orgasmo en mi interior. Marc sale de mi boca para poder correrse gimiendo mi nombre, y Pierre da los últimos empujes antes de salir de mi interior y lograr su liberación.

El agarre de las manos del francés sigue firme en mis caderas, como intentando mantenerme estable para no caer de bruces al suelo.

Una vez que recuperamos un poco el sentido, me enderezo para encontrarme con Marc quien toma mi rostro con sus manos.

Lo veo abrir la boca para hablar, pero los sonidos no salen de ella. Frunzo el ceño confundida y parpadeo repetidamente para intentar entender lo que ocurre.

- ¿Marc?

Sigue moviendo los labios pero comienzo a ver todo borroso y luego negro. Diablos.

Abro los ojos confundida, con la boca pastosa y el corazón latiendo a mil, sin mencionar los latidos que percibo en cierto lugar de mi entrepierna. Junto los muslos para crear fricción y gimo del gusto.

- ¿Cariño? ¿Estás bien?

Escucho la voz de mi novio a mi lado y volteo a verlo mordiéndome el labio. Marc parece notar mi estado actual pues sus ojos me recorren con conocimiento y aguanta la respiración un momento para luego sonreír socarronamente.

Con una fuerza poco habitual para la hora que es, me levanta de mi lugar a su lado ubicándome sentada sobre él, específicamente sobre cierta parte de su anatomía. Gimoteo cuando se adentra en mi interior sin problemas, gracias a nuestra desnudez.

- ¿Qué soñó esta vez mi gatita?

Una sonrisa perezosa se instala en mis labios a medida que voy cabalgando a mi hombre sin problemas.

- Hacíamos... dios si ... hacíamos un trío con otro hombre.

- ¿Debo... - suelta un jadeo cuando empujo contra su pelvis con fuerza - debo sentirme celoso?

- Tal vez...

Toma mis caderas impidiendo que pueda moverme más, sé que está jugando con mi paciencia e intento mover las caderas para sentirle más profundo, pero no me lo permite.

- Cariño...

Un suspiro se escapa de mis labios y logro presionar mis paredes vaginales apretándole en mi interior, haciéndole gruñir y empujar contra mi centro.

- Tranquilo amor... puedo soñar mil cosas, pero quién me satisface y siempre lo hará eres tú.

Parece gustarle mi respuesta pues baja la sujeción de mis caderas y me incita a moverme sobre él, rotando movimientos circulares con sus penetraciones.

Gemidos se escapan de mi garganta cuando lleva ambas palmas a mis pechos jugueteando con mis pezones, tal como hizo en mis sueños, y soy consciente de que da igual con quién sueñe, Marc es quien me satisface en la vida real y no necesito de un tercero.

Aunque de vez en cuando un sueño de estos puede servir perfectamente para terminar en un encuentro así, no me quejo.









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🙃😏

One Shots MárquezDär berättelser lever. Upptäck nu