Please Forgive Me (Marc)

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El reloj marca las 5 de la mañana del día lunes 04 de Octubre, abro mis ojos con cansancio al sentir frío en mi cuerpo, busco el calor de mi novio en la cama junto a mi pero al mover mi brazo en su búsqueda me encuentro con las sábanas frías y su lado intacto.

Me incorporo rápidamente buscándolo en medio de la habitación pero está todo a oscuras y ni rastro de Marc. ¿Dónde estará a esta hora? ¿Le habrá pasado algo?

Nuestra última conversación fue a la hora de la cena, cuando fuimos a celebrar con todo el equipo, Marc se quedó allí un rato más con los chicos y yo volví al hotel porque me encontraba indispuesta. Dijeron que volverían pronto a las respectivas habitaciones porque varios viajaban el lunes al medio día, pero al parecer mi novio no se había pasado por aquí.

Con preocupación tomo el teléfono desde la mesita de noche dispuesta a ver si me ha llegado algún mensaje suyo, enciendo el aparato en mis manos y me llama la atención la cantidad de menciones a mi cuenta en Instagram por lo que ingreso a la aplicación con rapidez y nada más ingresar a la sección de menciones, me encuentro con un solo video que se repite en cada una de las cuentas que me han mencionado. La imagen del video me hace rodar los ojos y abro cualquiera de ellas porque sé que todas serán lo mismo.

La reproducción no dura más de 1 minuto, en donde se ve claramente a Marc subido a hombros de Javi con un vaso en mano, celebrando el triunfo con un montón de personas que no son precisamente solo gente del equipo. Me molesta que ni si quiera haya tenido la amabilidad de enviarme un mensaje para avisar que pasarían a una segunda parte de la fiesta, además del hecho que ambos sabemos que en esta carrera se exigió al cuerpo y debería estar descansado su hombro, por no mencionar que partimos temprano de vuelta a España.

Salgo del video y reviso la hora de las menciones, no llevan ni 20 minutos desde que las fans encontraron el video, lo que me hace pensar nuevamente en cómo diablos las fans, tailandesas principalmente, siempre se enteran primero de todo, esas chicas tienen muchos contactos o mucho tiempo para investigar mejor que el FBI. No me extrañaría que ya hubiesen descubierto que soy yo tras el perfil falso que creamos con Alex hace un tiempo.

Llamo a Marc a su teléfono pero no hace más que marcar y me cortan la llamada del otro lado, la molestia en mi se hace mayor, por lo que vuelvo a intentarlo y esta vez me contestan y escucho una voz que parece ser la de mi novio, aunque el ruido exterior es muy fuerte y no logro decir con certeza que sea él.

- ¿Mila?

- ¿Dónde estás Marc? - sé que él escucha el enojo en mi voz, pues se nota que se mueve desde dónde estaba a un lugar más tranquilo.

- Mila cariño, seguimos en el restaurante del hotel, los chicos han montado una pequeña fiesta, solo nosotros - su voz suena un poco pasada de copas aunque no lo suficiente como para no saber lo que hace y me molesto aún más al saber que me está mintiendo, decido seguirle la corriente y ver hasta donde llega.

- ¿Están allí todavía? Marc, es tarde y nuestro vuelo es pronto...

- Si, es que ya sabes, Santi se quedó y teníamos que aprovechar.

- ¿Santi se quedó a celebrar? - no puedo creer la que se está inventando y la sangre me comienza a hervir de la rabia, decido darle a entender que sé la verdad - mira que raro, no vi a Santi en el video donde apareces festejando sobre los hombros de Javi.

La línea se queda en silencio por un momento y Marc comienza a balbucear.

- ¿Yo? No... no sé... no sé de qué hablas...

- Me han etiquetado Marc, tengo la cuenta de Instagram llena de menciones con el mismo dichoso video y no están en el restaurante del hotel, están quizás dónde con un montón de gente extraña - solo percibo silencio detrás de la línea y me molesto aún más - ¿Y sabes qué es lo que más me molesta? Porque ni si quiera es el hecho de que estés en otro lado celebrando... Me molesta que no te hayas tomado ni un minuto de tu tiempo en enviarme un mensaje para que no me preocupara y peor aún, que tengas el descaro de mentir.

- Cariño yo...

- No Marc, hablamos cuando vuelvas, no quiero hablar esto por aquí.

Intercambiamos un par de frases más y cortamos la llamada. Intento volver a acomodarme para dormir pero solo consigo dar vueltas en el frio de la cama, por lo que decido guardar las cosas que están aún fuera de la maleta en lo que consigo cansarme para volver a dormir.

Tres cuartos de hora después, estoy terminando de guardar mis cosas en mi maleta y voy con la de Marc, estoy doblando sus camisetas cuando percibo pasos en el pasillo y posteriormente se escucha el característico sonido de la puerta al pasar la tarjeta. Me volteo a mirar hacia la entrada y observo a mi novio ingresar en silencio, su mirada se acostumbra a la luz dentro de la habitación y recorre la misma hasta que nuestros ojos hacen conexión. Elevo una ceja cuando me sonríe con inocencia, pero al ver que no cambio mi postura y me mantengo seria baja sus hombros derrotado.

- Estás molesta.

- Estoy fúrica Marc, mi mente está pensando en todas las posibles opciones para hacerte sufrir las penas del infierno, mentiste - cruzo mis brazos endureciendo mi postura.

- Lo sé y créeme que lo siento - voy a hablar pero parece leer mi siguiente respuesta, pues me frena antes de que suelte cualquier cosa - me arrepiento de no haberte dicho la verdad y de no haberte enviado un mensaje - se posiciona frente a mi e intenta descruzar mis brazos - asumo las consecuencias de mi mentira.

- Me parece bien que las asumas, porque tu cara bonita no arreglará esto - una sonrisa aparece en sus labios a mis palabras pero me mantengo seria.

- Te amo Mila - me rodea con sus brazos y suspiro.

- Y yo te amo a ti idiota, pero no quiero que me mientas, nunca lo has hecho, no comiences ahora.

- No lo haré cariño, prometido.

- Pues bien, no te he perdonado, pero tengo sueño, me voy a la cama - Marc me va a seguir pero lo freno ubicando una mano en su pecho - tú no, date una ducha porque apestas a alcohol y sudor, luego duermes en el sillón.

- Pero...

- Pero nada Márquez, dijiste que aceptabas las consecuencias, agradece que he sido benevolente.

- Amor...

- Dime - me acuesto y me giro dándole la espalda.

- Mírame Mila - se arrodilla a mi lado y acaricia mi cabello, volteo apenas mi rostro - Lo siento pequeña.

- Cállate, que sigo molesta, te tocará hacer muchos méritos para que se me pase el enfado - una sonrisa se vuelve a abrir paso en su rostro y me volteo antes de sucumbir ante mi idiota novio.

- Lo haré cariño, verás que si.

- Mas te vale, no quiero que nuestro hijo tenga esa idea de su padre - me doy vuelta nuevamente a mirarlo y su cara es de foto, aguanta la respiración y sus ojos brillan con intensidad, sonrío interiormente.

- ¿Mila?

- Sorpresa papá.





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One Shots MárquezWhere stories live. Discover now