Tanto (Alex)

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Marc tenía compromisos con el equipo así que me pidió que fuese por Alma a la guardería. No tenía nada mejor que hacer y adoro a mi sobrina, asique no supuso un problema el viajar hasta Barcelona para buscar a la pequeña.

Estaciono justo en la esquina del preescolar de Alma y busco mis anteojos de sol en la guantera. Reviso que tenga todo en orden y me bajo para caminar el pequeño trecho que hay entre mi vehículo y la puerta desde donde veo salir a los niños. No es primera vez que vengo a buscar a mi sobrina, y estoy dentro de la lista de personas que pueden retirar a la pequeña de mi hermano por lo que esto será sencillo.

- ¡Alex! Que sorpresa verte por aquí - volteo hacia la voz que reconozco como la madre de Amalia, mejor amiga de mi princesa - ¿le ha pasado algo a tu hermano?

- Hombre, Sheila - doy un par de besos a la pelinegra que se une a mi caminar - podrías disimular un poco que te mueres por el bicho.

- Qué va, tú sabes que solo nos llevamos bien.

- Si, si, lo que tú digas Shei... - da un empujoncito en mi hombro y decido callarme de momento.

Llegamos con las maestras de infantil en la puerta. Hay una rubia en la puerta que no reconozco, por lo que debe ser la nueva maestra que ha mencionado Alma últimamente, y está no se equivocaba al decir que era guapísima. A quien sí que reconozco es a la mujer mayor que va por los niños a medida que van llegando a buscarlos a la puerta.

- Hola Sheila, Amalia viene de inmediato - la pelinegra a mi lado asiente y los ojos verdes de la rubia me observan con atención antes de hablarme - ¿vienes con ella?

- Ya quisiera él - miro ofendido a Sheila y voy a presentarme con la linda rubia que nos observa con atención.

- Soy Alex Márquez, vengo por Alma Márquez - le muestro mi identificación antes de que me la pida y asiente, revisando la pantalla de una tableta.

Va a contestar cuando vemos llegar a dos niñas corriendo y reconozco el pelo castaño de mi sobrina y los rizos negros de su mejor amiga.

- ¡Titi Alex!

Me agacho para recibir a la pequeña entre mis brazos, alzándola mientras reparto besos por su rostro. Las risas de la pequeña castaña se unen a las mías antes de dejarla por fin en el suelo a mi lado.

- Nina, él es mi titi Alex, es el mejor tío del mundo - sonríe mirando a su maestra y esta le presta toda su atención viéndose particularmente sexy.

Joder, ¿desde cuándo me llaman tanto la atención las mujeres que muestran llevarse bien con los niños? Tranquilo Alex, debe ser porque está prestándole atención a tu sobrina.

Recuerdo que estoy en las puertas de un preescolar con un montón de gente alrededor y vuelvo a la realidad, notando que me he perdido parte de la conversación, pues todas me miran como esperando que yo responda.

Aclaro mi garganta y veo como la chica rubia comienza a tener un color sonrosado en sus mejillas.

- Eh... no me enterado, perdón. ¿Qué me han dicho?

Sheila me mira divertida y da toquecitos en el brazo a Alma, quien vuelve su cabeza a mirarme con un poco de fastidio por mi poca atención, intento no reírme porque mi pequeña princesa suele fastidiarse con facilidad.

- Titi, ¿a que Nina es guapa?

Abro la boca sabiendo que no puedo responderle a la pequeña castaña que acaba de tomar mi mano, al menos no como me gustaría.

Levanto la mirada para encontrarme con la sonrisa divertida de Sheila, y por último miro a la nombrada por mi sobrina, quien se ha puesto más colorada que antes, aunque intenta que pase desapercibido. Ahora entiendo todo, lo que me parece muy lindo en ella, decido aclarar mi garganta antes de hablar.

One Shots MárquezWhere stories live. Discover now