Querido Santa (Marc)

864 47 33
                                    

"Querido Santa:

Ámbar y yo hemos hecho una apuesta, y adivina que ha pasado... si, tal como piensas, he salido vencedora... ¡Ja! Está bien, está bien, para variar, he perdido. Lo sé, lo sé, no debería seguir apostando si siempre pierdo, pero en mi defensa debo decir que de verdad pensé que esta vez ganaría.

Si acaso te lo preguntas, sí, mi loca amiga está a mi lado supervisando que escriba, ya te digo que este es mi intento número 5 porque según ella no estoy cumpliendo y no queremos un intento número 6, ya me duele la muñeca.

Así que aquí estoy, escribiendo mi petición de fin de año.

Comencemos por el maravilloso hecho de que he sido buena durante todo el mes... no me pidas el año, soy una mujer complicada y varios en la oficina podrían irse un rato a tomar aire, son desesperantes. Pero juro solemnemente que intentaré reivindicarme para el año próximo.

En fin, considerando como ha estado el año, esta vez pediré una sola cosa... ya sabes, una es una mujer ocupada... asique esta vez espero a cierto hombre guapo e inteligente bajo el arbolito de navidad... Puedes traérmelo envuelto, ya me encargo yo de desenvolverlo. Ahora, si me lo puedo quedar un tiempito luego de las fiestas, tampoco es que me vaya a quejar.

Sabes la dirección, el método de envío te lo dejo a ti.

Atte. Belén"

~ ~ ~ * ~ ~ ~

- ¿Ya la enviaste? - mi amiga se asoma por la puerta de mi oficina y solo puedo hundirme en mi asiento al ver su sonrisa.

- Ni me lo recuerdes, cuando he ido al buzón me he cruzado con el mejor amigo de mi hermano.

Su sonrisa se hace más grande marcando sus hoyuelos, cierra la puerta tras de ella y se sienta frente a mí.

- Asique nuestro querido piloto nos ha honrado con su presencia - toma un lápiz del escritorio y se pone a garabatear sobre un papel - pillina ¿qué hacía Marc en tu edificio?

La miro con obviedad antes de responder - ¿tú te olvidas de que Gonzalo se está quedando conmigo estos días?

Una sonrisa culpable aparece en su rostro - mala mía amiga, me olvidé de que el menso de tu hermano se fue estos días de casa.

Ruedo los ojos con fingido fastidio, ya arreglarán sus problemas, de momento yo tengo otras cosas de las que ocuparme. Mueve la mano con despreocupación antes de volver a hablar.

- ¿Entonces? ¿La enviaste o no?

- No, la tengo aquí dentro - señalo mi cartera que se encuentra a un lado de mi escritorio. La morena va a hablar, pero la freno de inmediato - me he chocado con el cartero por andar de distraída y se me ha caído, así que rápidamente recogí todo y me la traje para aquí.

- ¿Pero por qué no se la has pasado ahí mismo? - intenta contener su risa, aunque es demasiado obvia su diversión.

- No me jodas, Ámbar, ¿con qué cara miro yo a don Benito después de entregarle la carta? Ya tengo suficiente con haberla escrito - sacudo mi cabeza y hago gesto de escalofríos - No, prefiero dejarla esta tarde en el buzón, cuando nadie me vea.

- Pues ya me dirás si la dejas está tarde o no, pero que de hoy no pase.

Bufo con resignación, porque se que es capaz de acompañarme para ver que la dejé en el buzón que han instalado en nuestro condominio de departamentos.

- Déjame en paz mujer, hoy si o si la entrego - dejo de mirarla para volver la vista a la pantalla del portátil - solo pido no encontrarme con nadie, que vergüenza - me quedo pensando por un momento en el cruce de hoy con Marc y frunzo el ceño.

One Shots MárquezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora