Me encuentro en la cocina de casa de mi novio preparando comida para mi y para los chicos cuando lleguen de entrenar. Una sensación de vacío se hace paso en mi cuerpo y me quedo quieta por un momento, respiro hondo intentando relajarme antes de voltear a mirar hacia la sala de casa, pero solo se escuchan los pasitos de los perros de Alex moviéndose por el lugar. Tomo mi teléfono de la encimera y me fijo si hay algún mensaje, de momento no ha llegado nada. Miro la hora y aún queda tiempo para que lleguen Marc y Alex, por lo que una vez me tranquilizo vuelvo a lo que estaba haciendo.
Termino de cocinar y dejo todo preparado para cuando lleguen poder comer los tres juntos. Decido tomar un baño en la habitación de mi novio pues por la tarde vamos a salir a celebrar nuestro aniversario. Camino rumbo a las escaleras para perderme en el segundo piso y poner un poco de música mientras ingreso a la bañera.
Una hora después salgo de la habitación de Marc medianamente arreglada, los chicos deberían haber llegado hace rato, por lo que busco entre mis mensajes el chat con el castaño. Nada, no tengo ningún mensaje, lo que me causa extrañeza, pero un escalofrío recorre mi columna al ver 5 llamadas perdidas de Alex y 3 de Marc ¿Por qué diablos no sonó mi teléfono?
Una nueva llamada ingresa y la foto de Marc completa la pantalla, contesto rauda mientras bajo las escaleras.
- ¿Amor?
- Clari, soy Alex - se escucha preocupado, lo que solo causa miedo en mi interior.
- ¡Alex! ¿Qué ha pasado? ¿Marc está bien? ¿Tú estás bien? ¿Qué ocurre? - Las palabras salen una tras otras mientras me siento en el sofá y los perritos se acercan a mi intuyendo mi estado de preocupación. Al llegar junto a mi se acomodan uno junto a otro apoyando sus cabezas en mi regazo, comienzo a acariciar su pelaje a modo de terapia.
- Estamos todos bien, no te preocupes - el alma me vuelve al cuerpo al escucharlo, pero aún me extraña que Alex esté llamando desde el teléfono de su hermano - es solo que Marc ha tenido una caída algo aparatosa.
Algo aparatosa dice, si este hombre cree que me voy a tragar el cuento de una caída "algo aparatosa" va de listo. Aquí pasó algo más y me lo está suavizando.
- Alex, que nos conocemos. Además del hecho de que me estás llamando del teléfono de tu hermano y el idiota ni señas, dime la verdad - me pongo seria, al borde de mi paciencia y de los nervios porque me lo adornen bonito. Lo escucho suspirar.
- Está bien, está bien, la caída ha sido fuerte, pero Marc se encuentra fuera de riesgo, hemos tenido que acudir al servicio médico y tiene una leve contusión.
- Ay Dios, ¿pero solo eso? Dime la verdad Alejandro - lo percibo sonreír del otro lado al sonar como su mamá.
- Si Clari, le han dado reposo en casa y volvemos en un rato.
- Está bien, me avisas cuando se vengan por favor.
Nos despedimos y corto la llamada. Mi cuerpo sigue en tensión y unas ganas de llorar surgen de pronto, comienzo a parpadear rápidamente para que las lágrimas se alejen. Sé que la vida junto a Marc será así, pero no puedo evitar preocuparme cuando le ocurre algo a él o a Alex.
Pasan 10 minutos cuando recibo un mensaje de Alex diciendo que ya vuelven a casa. Pasan 3/4 de hora cuando ya están ingresando ambos por la puerta de entrada a casa. Los perritos van hacia ambos, pero mientras Alex se queda un rato con Stich y Shira, Marc los saluda y se dirige hacia donde yo me encuentro.
- Amor - su voz suena cansada y solo abro mis brazos como siempre que tiene ese tono.
- Marc - alcanzo apenas a decir su nombre cuando sus brazos rodean mi cuerpo y esconde su rostro en mi cuello.
