August (Marc?Alex?)

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- No entiendo por qué estás haciendo esto Marc, no es necesario - intento no sonar celosa o triste, pero no puedo evitar que ambos sentimientos echen raíces en mi estómago.

- Yo he dicho que encontraría novia y es eso lo que voy a hacer, tengo todos mis treinta para hacerlo, peque, pero el tiempo corre - el castaño no deja de repetirlo y mi corazón duele cada vez que lo escucho.

Oh, Marc, si tan solo me vieras...

Mis sentimientos por mi mejor amigo eran evidentes para todos, excepto para él. Quizás era demasiado ciego, o tan solo quería ignorarlos porque no eran correspondidos y no quería hacerme daño rechazándome... no sé qué sea peor.

Busco en mi mente alguna excusa para que deje de darle vueltas a esa idea que ha soltado en sus últimas entrevistas.

No encuentro nada.

- El tiempo corre, pero no estás obligado a hacerlo, no es como si fuese un compromiso adquirido.

- Peque, algún día tengo que sentar cabeza ¿Sabes? Hasta el momento no he conocido a la mujer que me mueva el piso lo suficiente para atraparme, pero estoy dispuesto a buscarla.

- Marc yo...

- Lo entiendo, Su - me interrumpe negando, suelto un suspiro frustrado, porque realmente no lo hace - créeme que sí - claro que no - entiendo que te preocupes por que pueda salir mal, pero tampoco digo que voy a escoger a la siguiente persona que pase frente a mí.

Definitivamente es caso perdido. Me rindo y él lo nota con el gesto que hago en mi rostro.

- No te enfades peque, yo sé que solo quieres cuidarme... - esta vez quien interrumpe soy yo.

- No diré más al respecto, Marc - me encojo de hombros como si no me importara, cuando la realidad es otra.

- Vamos, Su. Regálame esa sonrisa que sabes que me encanta - su mirada de cachorro y la sonrisa suya, traen la mía. Maldición - esa es mi chica.

- Déjame en paz, Marc.

Me encamino a la puerta sabiendo que si me quedo más tiempo solo lograré hacerme más daño.

- ¿Por qué no le dices lo que sientes y ya? - los ojos curiosos de Alex me encuentran en mi camino a la salida. Toma mi brazo frenándome en mi camino y volteo a verlo mordiendo mi labio. Su ceño está fruncido.

- Podría hacerlo, pero ambos aquí sabemos que solo serviría para que me diga que no siente lo mismo - me encojo de hombros como si con eso consiguiera quitar la sensación de tristeza que me abruma al pensarlo.

- ¿Has pensado que tal vez sea momento de comenzar a mirar en otra dirección? Quizás no es Marc a quien debas mirar - me quedo en silencio porque no sé cómo responder. He pasado tanto tiempo gustando de su hermano que realmente no sé cómo salir de ese lugar y empezar a mirar a otros chicos. Tal vez deba escucharle y no he querido verlo. Suspira al tiempo que su contacto deja mi piel - lo siento, yo... me he pasado.

- No, creo que llevas razón - sus cejas se elevan con sorpresa, no puedo evitar una sonrisa de resignación - es solo que... cuesta. Necesito pensar.

- ¿Vendrás para el cumpleaños de mamá en tres semanas? - su voz tiene un matiz de súplica y no puedo evitar observarlo con confusión - ya sabes, para que traigas mi encargo - frunzo el ceño.

- No es necesario que yo venga para que el cuadro que me pediste llegue a tus manos.

- Lo sé, pero mamá no te perdonará el no venir - su sonrisa me indica que sabe que está en lo correcto. Ruedo los ojos.

One Shots MárquezWhere stories live. Discover now