Capítulo 8

84 8 22
                                    

Al día siguiente, el 12 de mayo, los equipos legales de Joe Miller y la familia Latimer se encuentran en los alrededores de la escena del crimen: los acantilados y la cabaña del acantilado Briar. Jocelyn se encuentra en una barca, surcando las aguas, cerca del acantilado en el que Danny fue encontrado. Posa su vista en los colosales acantilados, en cuya cima se encuentra la cabaña en la que fue asesinado el pequeño de once años. Allí, al borde del más alto de ellos, cerca de la escena del crimen, se encuentra Sharon. Tiene la vista posada en el mar que hay bajo sus pies, contemplando sus cerúleas aguas antes de dar media vuelta, posando sus ojos en el aparcamiento cercano. Abby se acerca a su jefa entonces, rompiendo sus pensamientos de pronto. Juntas se acercan la cabaña, con la mujer negra usando sus manos como visera para resguardarse los ojos del sol, y de la misma forma, poder ver el oscuro interior del lugar. Una vez se ha asegurado de las dimensiones de la estancia, Sharon empieza a medir la distancia entre el aparcamiento y la cabaña además del acantilado con la ayuda de Abby. Si van a defender como debe ser a Joe Miller, deben estar seguras de cada paso que dan.


Entretanto, en las oficinas del Eco de Broadchurch, Maggie está inmersa en una exhaustiva reforma de su negocio, indicándole a un miembro del reparto que conoce desde hace tiempo, que coloque unas vistosas y sanas plantas en su despacho. Mientras da esa orden, la veterana periodista se inclina levemente hacia delante, sujetando aún su cigarrillo electrónico entre sus dedos índice y pulgar. Su mirada azul está ahora posada en la pantalla del ordenador de Olly Stevens, cuya actitud hacia el caso ha empezado a crispar sus ánimos, al igual que el de muchos a su alrededor: parece como si el joven reportero disfrutase con la atención mediática del juicio, sin siquiera pensar en el calvario que estarán sufriendo los implicados en él, como su tía Ellie o la familia Latimer. En el titular que se halla en proceso de imprenta puede leerse en grandes letras EN EL BANQUILLO, y bajo éstas palabras, una fotografía de Joe Miller, sonriéndole a la cámara. Cualquiera que conozca a la familia Miller sería capaz de identificar el origen de esa fotografía. Es de hecho, una de las fotografías familiares. La misma que Ellie Miller tuviera en su mesa en el departamento de policía de Broadchurch.


Por su parte, aun de permiso indefinido hasta la resolución del juicio —a pesar de tener plena libertad de actuar como policía si fuera necesario—, Coraline se ha puesto en contacto con Ellie esa misma mañana. En una rápida llamada telefónica, le ha comunicado lo sucedido en casa de Alec palabra por palabra, tal y como él se lo dijo a ella. La castaña ni siquiera ha perdido un segundo: ha salido pronto de su trabajo en Devon para reunirse con ella en la casa del taciturno inspector. Una vez se han reunido en el lugar de los hechos, han conseguido contactar con Brian Young, de la científica, para que busque huellas y cualquier indicio de Lee Ashworth en la casa. De esa forma, tendrán algo con lo que atarlo en corto si fuera necesario, ya que tanto Cora como Ellie están preocupadas por la implícita amenaza que Lee hizo a Hardy acerca de su salud, pues ambas son completamente conscientes de su condición.

Mientras Brian se dedica a recoger huellas y analizar el entorno, habiendo observado el evidente cristal roto de la sala de estar y la cerradura forzada, Ellie y Cora lo observan trabajar en silencio. Brian da una ligera mirada a la pelirroja de vez en cuando, como si estuviera preocupado por ella, y ésta hace lo posible por no cruzar su mirada con la suya: ya le dejó clara su postura cuando intentó pedirle salir. Además, ahora no es el momento adecuado para ello, por mucho que haya empezado a percatarse del cambio en su admiración hacia cierto hombre de cabello y vello facial castaños.

"¿Por qué me observa con esa mirada preocupada? Oh, no. ¿Tan mal me veo? ¿Se me notan las ojeras? Oh, ¡sabía que tendría que haberme maquillado mejor!", por un momento la pelirroja entra en pánico, optando por enfocar su atención en el forense. "Vaya, vaya... ¡Que me aspen! De modo que tienes algo en perspectiva más tarde. Me alegro mucho por ti. Pero será mejor que sigas trabajando en vez de preocuparte por mí", reflexiona para sí misma, habiendo notado un pequeño detalle en su viejo conocido de la científica.

La Verdad tras la Justicia (Broadchurch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora