Capítulo 7: El atentado

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La habían acribillado de preguntas ni bien entro a su casa.

Se sentía muy cansada para responder así que terminó por dormirse en el sofá, aunque minutos después Kouki la despertó diciéndole que Mikey la estaba llamando.

La había llamado más de cincuenta veces.

—Luego Kouki, luego.

—Dice que luego.

Lúan abrió un ojo para ver como su hermanito menor hablaba por su teléfono, frunció el ceño y se dio la vuelta

Seguía molesta con el rubio.

—Debí apagar esa cosa —habló lo suficiente alto para que la escuche—, qué no moleste. Después de todo no me necesita.

Una vez dicho aquello cerró los ojos y durmió aproximadamente un día entero.

Soñó con aves blancas y rojas fantasiosas, así como un futuro donde no se atormentaba con absolutamente todo.

Cuando despertó estaba en su cuarto, el cual era alumbrado solamente por la luz de su celular. Lo revisó y tenía muchos mensajes de texto de Emma y Baji, incluso un par de Wakasa. 

Emma: Te veo en la nochee, trae algo lindo ;)

Baji: Envío una imagen.

Bajo: oye esto se escribe así?

Wakasa: tenemos que hablar

Mikey no la había llamado más.

Ignoró el último mensaje del adulto, le contestó fugazmente a Baji y revisó la fecha para confirmar los mensajes de Emma. ¿No habían acordado ir a una feria la semana pasada? ¿Era hoy? 

Lúan no quería ir, pero le debía a Emma un par de explicaciones.

Y un helado.

Suspiró y eligió un atuendo lindo, no tenía yukata pero pensó que no tenía importancia si iba o no de forma tradicional.

Llamó a Emma de camino al lugar y sintió que la vigilaban.

Frunció los labios.

Sabía que aquella podía ser una consecuencia de ir a visitar a su hermano biológico, darle a saber que estaba en la ciudad y podía monitorearla.

No debería lidiar con esto, South.

—Estoy subiendo —le contaba a Emma—, ¿en serio? Me alegro por ellos

Al parecer Draken y Mikey se habían reconciliado gracias a Takemichi y popo de pájaro, no necesitaba saber cómo, solo importaba que estaban bien.

—¡Lúan!  —exclamó feliz la rubia cuando la vio, ella estaba radiante en una yukata que resaltaba sus ojos. Hina estaba a su lado sonriéndole.

Oh no.

Retrocedió unos pasos. Mientras que ambas chicas le sonreían en primera fila, Draken y Takemichi tenían una expresión horrible detrás de ellas.

 Ambos parecían querer decirle hasta de lo que se iba a morir.

Pero... pero no hice nada ilegal. 

—¡M-miren, dorayakis!

Lúan corrió y compro suficientes para todos, incluso un par más para ella. 

Así tendría su boca ocupada.

Emma le contaba emocionada lo mucho que había esperado este festival y no podía esperar a ver los fuegos artificiales. Hina concordaba argumentando que era bueno salir de vez en cuando, aunque hubiese preferido quedarse viendo series de misterio (aquellos se lo dijo sin que la rubia escuche)

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Where stories live. Discover now