2. 12 Black Dragons (segunda parte)

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Lúan desconocía la relación de todos entre sí.

Las caras de Mitsuya y Chifuyu fueron un poema cuando vieron a Hanma.

Wakasa por su lado permaneció con el ceño fruncido y una clara advertencia en sus pupilas dirigidas hacia el que se hacía llamar el Dios de la muerte.

Lúan estaba un poco confundida, pero aquello no evitó que se sintiera bien al ver la expresión del rubio patito..

Cuando Takemichi se acercó a preguntarle ella solo le sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas, ¿se creía que solo él tenía secretos?

—Aunque seamos fuertes, los números también cuentan —le había dicho ella después de burlarse un poco más por las expresiones sorprendidas.

Los miembros de su división fueron muy fáciles de determinar, pero para su sorpresa sumaron a Taiju a sus filas. No le desagradaba, tenía mucho qué preguntar y también tenía curiosidad de cómo se llevaría con Hanma.

Fue un proceso incómodo y tedioso pero Mitsuya y Chifuyu entendieron que la pandilla necesitaba gente. De todas formas ella prometió tener vigilado al pelinegro, cosa que notó a Wakasa no le hizo gracia.

Lúan también fue testigo del intercambio de palabras de Taiju y Keizo, extrañamente ambos parecían familiares con el otro.

Habían estado en la misma pandilla con anterioridad, aunque en épocas distintas, ellos debían conocerse de alguna forma.

Ella nombró a Shion como el vice capitán de la división, tenían asuntos de qué hablar. Su bar, por ejemplo. No lo había frecuentado por un tiempo y quería saber cómo iba.

—¿Lú? —su voz hizo que se tensara al menos unos segundos— ¿Podemos hablar?

Ay no.

Senju se mostró un poco incómoda con Shion y Hanma discutiendo nimiedades frente suyo, Lúan suspiró.

Debía de dejar de postergar todo lo que le incomodaba.

Le hizo una seña con la cabeza y ambas caminaron lejos de oídos curiosos.

Ella metió sus manos en los bolsillos de su abrigo y esperó a que la albina hablase primero.

Por su parte Senju abrió la boca pero la cerró en cuestión de segundos, tampoco sabía que decir.

—Lo siento — empezó ella, rompiéndole el silencio y rascándose la cabeza mirando al suelo—, si hubiera sabido que South era tu hermano...

—¿Hubiera cambiado algo? —preguntó ella en un arrebato de indignación.

Senju se quedó en silencio.

—No digas que hubiera sido diferente —siguió Lúan—, nada hubiera cambiado.

Y nada cambiará.

Silencio.

No pudo evitar recordar la expresión de Mikey esa noche. ¿Él pensó lo mismo que Senju?

No.

Lúan estaba segura que la relación que tenía ella con South no le hubiese importado con tal de llegar a la cima.

No podía quitar el recuerdo de sus ojos oscuros llenos de odio al mirar a su hermano.

—Un hermano no deja de ser un hermano —volvió a susurrar Senju, sacándola de sus pensamientos—, realmente siento que lo perdieras así.

Yo también.

Las palabras se atoraron en su garganta. La psicóloga le había recomendado hablar de cómo se sentía, pero no podía hacer eso con Senju.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Where stories live. Discover now