2.1 Rokuhara Tandai (parte uno)

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Lúan odiaba las motos.

Odiaba el humo que desprendían los cigarros.

Odiaba el alcohol.

Odiaba el dinero.

Odiaba la violencia.

Pero era de lo único que se rodeó siempre, aunque tratase de alejarse de alguna forma todo volvía a ella tarde o temprano.

—Diviértete, es tu fiesta de cumpleaños.

Ella puso los ojos en blanco, sabía de antemano que solo era una excusa para hacer más negocios con drogas.

¿Le importaba?

No realmente.

Había dejado de importarle hace bastante.

Se levantó del asiento y se balanceó hacia el centro de la pista, subió sus manos sobre la cabeza y se movió al ritmo de la música; contoneó sus caderas y dio un par de vueltas antes de tomar la mano de una chica y acercase a bailar con ella, era divertido insinuarse a chicas. 

Los hombres... la mayoría estaba muy por debajo de sus expectativas.

Ninguno de ellos que conociese aquel bar y su reputación se atrevería a mirarla dos veces. Lúan buscaba diversión, distracción y también sacar de quicio a algunas personas.

Pero sus planes se arruinaban de una u otra forma.  

Cambió de lugar incontables veces con el caos como único compañero, era divertido hasta cierto punto, pero luego se volvía aburrido estar rodeada de desconocidos que solo la veían como una billetera andante o un objeto al que usar un rato, por lo que se mudó a los bares locales en donde bailaba con chicas y conseguía información relevante sobre los distritos anexos a Roppongi. 

Lúan volvió a la barra y pidió una bebida sin alcohol, no quería emborracharse, algo muy extraño considerando que casi siempre terminaba perdiendo el conocimiento por el alcohol en su sistema. 

Apoyó sus brazos en la barra y pasó la mirada por uno de los bares más famosos del distrito de entretenimiento, sonrió sin gracia al darse cuenta el giro que había tomado su vida. 

Hace dos años hubiese evitado involucrarse en aquel mundo, pero sucedieron muchas cosas que pensar en ello le provocaba dolor de cabeza. 

No vale la pena. 

Suspiró, no creyó pasar su cumpleaños número 17 sola, en el bar, sin ánimo de perder el conocimiento con tequila en su sistema. Sabía que debía vigilar a los clientes y controlar el negocio con la droga de por medio, pero era cansado trabajar en su propio cumpleaños. 

El único consuelo que tenía era poder consumir todo lo que quisiera.

—¡¿Acaso no me escuchas?! ¡Soy de Rokuhara Tandai! ¡Haste de un lado!

No otra vez.

Lúan vio como un hombre corpulento empujaba a otro que seguro se atravesó en su camino, le dio un sorbo a su bebida y vio desinteresadamente como todos empezaban a aglomerarse en un círculo. 

Tsk. 

—¿Llamó a- — empezó el barista.

—No —cortó ella, dejando su bebida—, qué fastidio. 

Esperó unos segundos para bajarse de su asiento, no tenía ganas de lidiar con nadie, ¿no pueden hacer mi trabajo más fácil?

No se molestó en acomodar su vestido, caminó perezosamente hasta dar con ambos hombres que en lugar de agarrarse a puños parecían competir por ver quién gritaba más fuerte. 

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Where stories live. Discover now