El resurgir del fénix | Manjiro x OC |

2. 14 Bonten

Sanzu.

Ese era el nombre del pelirosa.

Se recuperó rápido de sus heridas y Kakucho se lo llevó. Lúan no se sentía incómoda alrededor del herido pero le ponía los pelos de punta que jugara con sus agujas, parecía querer robárselas.

Además, tenía el presentimiento que él estaba resentido con ella. ¿La razón? No lo sabía.

El pelirosa visitó un par de veces su casa en compañía de Mikey. Lúan presentía que el rubio lo obligaba a acudir a ella en lugar de un hospital para los chequeos de su herida.

Notó que Sanzu fue menos hostil con ella en presencia del rubio, pero de todas formas estaba claro que no le agradaba.

Flashback

—Tienes suerte que solo haya sido una —le dijo anotando la medicina en un cuaderno para tener registro de su uso. Sanzu se encontraba echado en la camilla mirando ceñudo el techo y Mikey la veía desde el otro extremo de la habitación. Podía sentir su mirada clavada en cada una de sus acciones—, no tienes que moverte mucho. Nada de correr, saltar, rascarse los puntos o hacer movimientos bruscos. Tienes prohibido tomar alcohol o alguna otra sustancia de dudosa procedencia. ¿Entiendes?

No hubo respuesta.

Sanzue parecía cada vez más impaciente.

Lúan suspiró.

—Tienes que tener cuidado y aplicarte esta crema si sientes incomodidad. Tal vez pique pero no te vayas a rascar —siguió hablando tendiéndole el frasco. Una vez más, no hubo respuesta.

No entendía cuál era su problema.

Es tu paciente, no te atrevas a gritarle.

—Haré lo que quiera —fueron sus únicas palabras. La paciencia que tenía era enorme para tratar con personas extremadamente tercas, más que nada si se trataba de un paciente.

Apretó el lapicero en su mano derecha.

Justo ahora...

—Sanzu.

La voz de Mikey sonó como una advertencia y la reacción que tuvo la voz del rubio en el pelirosa la dejo impresionada.

Tomó la crema de sus manos sin decir nada, sus ojos seguían fijos en el techo pero la expresión disgustada de antes se había apaciguado un poco.

Wow.

Fin del flashback.

Todo transcurrió relativamente normal lo que quedó de la semana.

Las visitas de Sanzu y Mikey le quitaban tiempo de estudio. Ella solo ignoraba al rubio y se concentraba en revisar al pelirosa; sin embargo, era difícil tener su mirada encima todo el tiempo.

Los exámenes parciales se acercaban y estudiar era lo único que pasaba por su cabeza. No tenía tiempo para jugar a lo que sea que estuviese intentando, pasaba sus tardes avanzando trabajos mientras repasaba sus notas de clase.

Tuvo que avisarle a Senju que no podría reunirse con ella en el bar. Ser estudiante de medicina era muy demandante. Sus ojeras eran evidencia de ello.

Sin embargo, para su sorpresa, Senju la visitó, animandose a pasar tiempo con Kai y Kouki mientras ella estudiaba.

Hasta que Takemichi les aviso que había una fecha para el enfrentamiento contra Bontem.

Mikey...

¿De verdad llegó a este extremo?

Recordaba el aprecio que le tenía al de cabello patito.