2.15 Rokuhara Tandai (primera parte)

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—¡Nee-san! —escuchó gritar a Kai—, ¡¿Haz visto mi celular?!

—¡En la cocina! —gritó de vuelta, el mayor solía pasar mucho tiempo ahí preparando postres con su madre por videollamada.

—¡No está!

—¡Busca bien!

Lúan lo quería mucho, pero si reprobaba su último parcial iba a hacerle la vida imposible.

Toda la semana se la había pasado encerrada estudiando o en la universidad, ni había tenido tiempo de asistir a reuniones de la pandilla. Lo peor era que no podía concentrarse del todo en los temas por lo que había sucedido con Mikey.

Voy a reprobar.

Senju le mandaba los detalles más importantes de las reuniones, lo que agradecía hasta cierto punto, ya que también le llenaba el celular de stickers.

Aunque lo peor no era eso.

Lo peor fue que el día oficial del enfrentamiento contra Bonten se llevaría a cabo una semana después de sus parciales, semana la cual estaba reservando para descansar.

Estaba exhausta mentalmente.

—Lúan-san —saludó su compañera Sakura, la única que se atrevía a hablarle con confianza. Por alguna razón la mayoría de chicas la encontraban intimidante o se cohibían cuando ella les dirigía la palabra—, ¡mucha suerte!

—Para ti también —le sonrió y para su sorpresa Sakura se sonrojó. Lúan se rio y su compañera la regañó por burlarse.

—¡Solo me sorprendí! —se excusó.

—¿Debería sorprenderte más? —bromeó, inclinándose hacia adelante, ya que ella se encontraba a una carpeta de distancia.

—Lúan-san no es como las demás dicen —susurró Sakura alejándose—, es el demonio en persona. ¡Ayuda, Misaki-san!

A Lúan le caía bien.

De alguna forma le recordaba a Emma.

Emma...

Habían pasado más de dos años desde que cayó en coma. Lúan debía entender que el estado en el que se encontraba era delicado y no muchas personas podían superarlo.

Pero confiaba que la rubia despertaría, era lo único que podía hacer además de visitarla.

Iba a verla un par de veces al mes, era muy doloroso mirarla en aquel estado así que usualmente coordinaba con Hina e iban las dos.

Algunas veces se cruzaban con Draken.

Él había salido del hospital, pero seguía asintiendo para terapias y aprovechaba en visitar a la rubia. A Lúan también le dolía ver la soledad en sus ojos mientras la miraba, pero pese a su condición Draken estaba en proceso de abrir una mecánica para motos. 

Algo con lo que distraer su mente.

Le había contado que Inupi lo ayudaba de vez en cuando. Y aunque ella no había hablado mucho con el peliblanco agradecía el apoyo que era para Draken.

—Señorita Médici.

Salió de sus pensamientos al escuchar como el doctor la llamaba. 

Se levantó de la carpeta y recogió su examen, disipando los nervios en su interior.

Lo haré bien.

Aquel era su último parcial y podría dormir tranquila, casi no había pegado un ojo los últimos días, se la pasó estudiando mecanismos biológicos y buscando diagnósticos eficientes. Al menos lo intentó, la imagen de Mikey alejándose seguía apareciendo en su cabeza.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora