Epílogo

409 43 3
                                    

El bosque afueras de Florencia era sin duda el mejor lugar para celebrar una boda.

Le encantaba la decoración de los árboles, las pequeñas flores blancas enredadas entre lianas de los troncos y el aire fresco de una mañana en la costa italiana, había extrañado los climas tropicales. 

Se sentía en un cuento de hadas.

—Nee-san —llamó Kouki.

—¿Uhm?

—La novia desapareció.

Y la calma de acabó.

—Voy a matarlos —refunfuñó sacando su celular, sus nervios estaban a flor de piel por varios motivos.

Había organizado el evento junto a Hina durante mucho tiempo, ambas habían previsto todo tipo de percances, menos cierto asunto que las tenía constantemente preocupadas.

Ahora la novia había desaparecido y por más que Lúan quería culpar a Kazutora o Chifuyu, ya que ellos debían cuidarla, tenía que aplazar su enojo y concentrarse en buscar a la rubia.

—Nee-san —volvió a llamar Kouki—, ve. Yo me encargaré de la recepción.

Lúan asintió distraídamente y le pasó la lista de lo que faltaba revisar.

—Busca a tu hermano para que te ayude, y si ves a Mikey dile que lo estoy buscando. 

Él era el único que posiblemente logre tranqilizarla. 

Con los pensamientos hechos un lío, hizo su camino fuera del lugar donde se realizaría la ceremonia. Saludó a algunos invitados y se planteó varias veces llamar a Hina.

En un principio iba a llegar junto con Senju y Yuzuha, pero debido a unos imprevistos había retrasado su vuelo, la última vez que Lúan había hablado con ella fue para avisarle que llevaría a su hermano y a un invitado más

Ella no tenía problemas con las invitaciones, pero hubiese preferido que estuviese presente aquellos instantes.

—Venga, Emma... —susurró adentrándose en la finca de la familia Médici.

Lamentablemente el abuelo había fallecido hace un par de años por causas naturales mientras ella se encontraba de visita junto a sus hermanos. Había tomado su invitación sin fecha de expiración para tomarse un respiro del trabajo y de sus negocios en Tokyo.

Mikey quiso acompañarla, pero él tenía sus propios negocios, Lúan había perdido el restaurante en una apuesta contra Koko (siempre se lo recordaba). No se lamentaba mucho de la pérdida, ya que el lugar se había convertido en el emblema de Bontem. 

Ella se quedó con el bar administrado por Yuuri y Shion, y con una tienda automotriz donde Hanma y Taiju pasaban más tiempo que la misma propietaria.

Su abuelo había sonreído cuando le contó todo lo que había logrado vendiendo los regalos que su abuela le hacia por obligación. Nunca le mencionó las carreras ilegales, aunque ella suponía que él siempre lo supo, su abuelo siempre tuve una red desconocida de informantes. 

También quiso conocer a Mikey, pero antes de que pudieran conocerse el abuelo partió.

Y su abuela cayó en una depresión que la volvió inpacaz de encargarse de los negocios de la familia, por lo que todo pasó a manos de Leo y Rosé.

Ambos hicieron un trabajo excelente, lo único que Lúan les reprochó fue dejarle una de sus fincas, pero después de la lectura del testamento del abuelo dejó de rehuir quedarse en aquel lugar.

«Para mia principessa, un hogar al que volver siempre»

Lúan sacudió su cabeza, la finca era enorme. La primera vez se perdió y tuvo que llamar a Kai para que la encontrase. Kouki y él habían crecido en aquel lugar y lo conocían mejor. Pero ella aún no se podía orientar bien.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora