El resurgir del fénix | Manjiro x OC |

Final (parte uno)

Los acontecimientos que sucedieron después del enfrentamiento de las tres deidades fueron de lejos lo que Lúan se imaginó pasaría.

Había vuelto a hablar con Senju y de alguna forma ella la convenció de unirse a la pandilla de Inupi, al menos eso era lo que recordaba.

Cada vez que buscaba respuestas en su cabeza esta le dolía y sus sentimientos entraban en conflicto, ya que estaba segura de haberse unido por una causa mayor. 

Pero si le decía eso a Senju probablemente la haría sentir mal.

En fin, el tiempo ayudó mucho a sanar los estragos psicólogicos de las perdidas que había sufrido a lo largo de su vida, pero a pesar de tener el apoyo de sus amigos, buenos negocios y una carrera en teoría terminada, sentía de alguna forma que algo no estaba bien.

Intentó seguir el camino que Thalía y South hubiesen querido para ella, graduándose con honores después de tres años.

La fiesta de graduación se llevó a cabo a puertas abiertas en un patio que simulaba a la perfección un bosque, este pertenecía a la universidad y le daba una estética fantasiosa.

Muchos de sus amigos no habían podido asistir pero ella estaba feliz con los que sí, entre ellos estaban los gemelos, Chifuyu y Kazutora. El último había salido de la correcional hace menos de un año con arresto domiciliario.

Al principio ella se rehusó a tratar con él, recordando las circunstancias con las cuales se volvieron a encontrar y que lo habían puesto en prisión. Pero Chifuyu fue muy insistente y terminó cediendo a darle una oportunidad, aunque de todas formas pensó en hacerlo a un lado.

Sorpresivamente Kazutora le demostró que había cambiado, a pesar que en ciertas ocasiones seguía mostrando un comportamiento muy... caótico. Lúan lo escuchó, y no se arrepentía de haberlo hecho.

Aún cuando gracias a eso ahora se encontraba alcoholizando a sus ex compañeros de clase.

—No me gustan tus amigos —le dijo Riot, tratando de tomar su cintura y mirando despectivamente cómo Chifuyu y Kazutora trataban de hacer que un gatito baje de un árbol—, no tienen clase.

—No tienen por qué gustarte —dijo ella alejándose. Habían salido un par de veces en grupo por trabajo y de alguna forma él parecía seguir intentando algo a pesar que le dijo estaba viéndose con alguien.

La idea de contarle a su rubio se le pasó por la cabeza.

Pero quería que su historial de 0 peleas en los últimos meses siguiera impecable.

—No me gusta que te juntes con gente ordinaria.

Lúan le dio una sonrisa forzada.

—Me junto contigo.

—¡LÚAAAAAAN!

Pah-chin los interrumpió, alejó a Riot de ella y la alzó dándole varias vueltas. A su lado venía Yumi, prometida del primero, y Peh-yan.

—¿Vinieron a verme? —se rió enternecida. Había creído que no lo lograrían considerando la agenda apretada de los tres.

—¡Felicidades por tu graduación! —la felicitó Peh, abrazándola una vez Pah la bajó—, ¡esperamos lo disfrutes!

Ella silvó y recibió la cajita que Yumi le tendía. La sacudió unos segundos y reconoció el sonido al instante.

—No debieron...

—Este es el mío —la interrumpió Pah dándole un sobre —, te lo mereces.

—Pah... —susurró anonadada al leer el contrato dentro del sobre, le había regalado las escrituras de un terreno comercial.