2.8 Red Fénix

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Ese día era uno especial.

Era el día en el florecían las flores favoritas de su hermana, unos tulipanes tan rojos como la sangre.

El lugar donde estas florecían era uno no muy lejos de su departamento, un parque que le traía muchos recuerdos.

Ahí fue en dónde se encontró con Hanma Shuji.

Un chico de unos veinte años, o tal vez más, tenía el cabello negro peinado hacia abajo, con un mechón dorado en la parte izquierda del rostro y una expresión ida. Kakucho le había dicho que era un prófugo y era muy díficil localizarlo, pero si estaba relacionado con Thalía estaría ahí.

Eso era lo que esperaba, no perdía nada intentando.

Su corazonada fue cierta.

Ahí estaba él, fumando tranquilamente en una banca con una capucha encima.

Lúan se acercó y aclaró su garganta.

—¿Shuji Hanma?

Cuando él elevó la mirada hacia ella pudo ver el reconocimiento en sus ojos.

Él la conocía.

Dejó el cigarrillo a un lado y soltó una risa baja.

—Qué inesperado.

—Tú... ¿sabes quién soy? —susurró dubitativa. 

Necesitaba que lo confirmara.

 Necesitaba oírlo de él.

—Eras la amiga de ToMan, ¿no? —respondió él con simpleza. Ella frunció las cejas al darse cuenta que no se lo pondría fácil.

Un momento.

—Tú... —la familiaridad con la que lo dijo la hizo recordar aquel rostro, montado en una moto conduciendo a toda velocidad hacia su amiga—, tú fuiste quién conducía.

Lúan retrocedió.

El momento se reprodució en su mente otra vez y se alejó. 

No necesitaba recordar algo así, no quería hablar con esa persona.

Emma estaba en coma por su culpa.

Dio media vuelta y caminó de regreso, o esa era su intención, ya que sus pies se plantaron en el suelo cuando lo escuchó hablar otra vez.

—No me hubiese desviado de no ser por ti, ¿lo sabías? —susurró lo suficiente alto para que oyera—, por un momento pensé que Thalía estaba frente a mí.

Apretó los puños.

—Ella y yo no nos parecemos en nada.

—Oh, eso lo sé. Tu querida hermana jamás se hubiese rodeado de asesinos.

En ese momento se volvió, frunciendo el ceño.

—¿La conocías bien para decir eso?

Hanna rio sin gracia alguna. De repente parecía molesto.

—Eres tan ignorante que me das pena.

Lúan, molesta, sacó el papel que había encontrado en la oficina de la oficial. No tenía tiempo que perder.

—¿Cómo es que estás relacionado con ella? —preguntó/ exigió. No tenía caso hablar de otro tema, Lúan iba a tener las respuestas que buscaba así sea por las malas, pero al ver la expresión de aquel chico algo le dijo que no sería fácil. 

Frunció el ceño y sacó la pequeña cajita que había encontrado con los expedientes.

—¿De dónde sacaste eso? —preguntó él en un tono bordeando lo lúgubre, Lúan estudio su expresión antes de responder.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora