Capítulo 12: Black Dragons

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Los días pasaron, luego las semanas y el velo de triteza que cubría sus días lentamente parecía esfumarse hasta quedar una sensación más... soportable.

Emma y ella se habían encerrado juntas a consolarse durante una semana, en ese tiempo miraron fotos antiguas y compartieron los momentos más memorables. Lúan se descubrió contándole a la rubia cosas que solo el pelinegro sabía, entre las dos se apoyaron y después de muchas películas, recuerdos, y regaños por parte de Mikey y Draken, habían salido de la cueva.

También se había acercado más a Chifuyu, de alguna manera tenerlo cerca era reconfortante.

Debido a eso empezó a aceptar las invitaciones de Emma a asistir a las reuniones de la ToMan, ella permanecía con la rubia y Hina conversando, contando algunos chismes o simplemente comiendo algún aperitivo que alguna compraba en el camino, cuando la reunión terminaba Lúan aprovechaba para hablar un poco con los demás.

Sí, dijo que no iba a involucrarse.

Pero juntarse con ellos era lo más cerca que tenía de Baji, no estaba lista para dejarlo ir.

Todo iba relativamente bien, aunque Mikey seguía jugándole bromas aveces de mal gusto, otras muy buenas que la picaban y terminaba devolviéndole. Era consciente del comportamiento que estaba adoptando pero no podía quedarse de brazos cruzados, ambos parecían dos niños pequeños cuando él se quejaba con Draken y ella con Emma.

Sin embargo,  hubo una tarde donde esa momentánea paz se vio eclipsada por Hakkai y su renuncia a ToMan.

No otra vez.

Lúan había visto como Takemichi y Chifuyu iban detrás de él mientras Emma le contaba lo emocionada que estaba por navidad, Hina se encogió de hombros y siguió escuchando a la rubia. Emma les contó que tenía un plan para alejar a Draken de Mikey.

Menos mal Lúan no estaba incluida, iba a llevar a Kouki y Kai a la plaza para que le pidieran a Santa lo que querían.

—¿Qué pasó? —le preguntó a Mikey cuando se acercó, tomó prestada su mano y empezó a jugar con sus dedos.

—No lo sé —le había dicho distraídamente—, ¿harás algo mañana?

—Llevaré a Kouki y a Kai de compras —contestó revisando su celular. Leo le había dicho que había enviado su boleta de notas a su familia en Italia, acababa de recibir un depósito equivalente a un sueldo de trabajo completo.

—Llevaremos.

Se volvió a Mikey frunciendo el ceño al mismo tiempo que Emma chismeaba su celular y casi se cae del asombro.

—S-son... muchos ceros.

Lúan le arrebató el aparato.

—Los abuelos en Italia me pagan por sacar buenas notas, trabajaré para ellos cuando sea mayor de edad en el sector de salud. 

Emma miró a Hina, tenía los ojos brillantes y Lúan supo que sea lo que sea que se le haya ocurrido, no le iba a gustar.

El día siguiente Mikey, Emma y Hina la acompañaron junto con Kouki y Kai al centro a realizar las compras, ambas estaban emocionadas mientras que el rubio peleaba con Kouki por un dorayaki. Kai solo se aferraba a su mano e intentaba estar lejos de ellos, no le gustaba estar entre personas desconocidas.

Lúan les había tomado a ambos de la mano para que no se alejaran, porque sabía que podían emocionarse de más con las compras.

Y tuvo razón.

Al llegar todos se separaron. Emma y Hina se dirigieron a los atuendos de navidad con Kai, quien había dejado la timidez al ver una polera. Ella siguió a Kouki y Mikey la siguió a ella, los dos hombres se emocionaron por unos juguetes y la llevaron a seguirlos por toda la tienda.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Where stories live. Discover now