2.2 Rokuhara Tandai (parte dos)

426 62 1
                                    

Cuando South salió de la correccional lo primero que hizo fue buscarla. Sacarla del hospital entre maldiciones y quejas, pero fue el único que apenas estuvo libre fue por ella.

Lúan había llorado como una niña al verlo.

A South nunca le gustó eso, por lo que la había cargado como un costal de papas hasta donde se iban a quedar. A Lúan no le importaba el lugar, con él a su lado se sentía mucho mejor.

La verdad era que mucho había cambiado los últimos años.

La mayoría de sus conocidos se había alejado de ella con excepción de un par de chicas, pero ellas habían sido consumidas por la universidad.

En ciertas ocasiones Lúan se pasaba por el trabajo de Chifuyu, conversaban de cómo les iban, y también de vez en cuando Mitsuya los acompañaba, ya que solía usarla de modelo para algunas piezas de ropa.

Los dos estudiaban o trabajan en lo que querían dedicarse, el primero quería abrir una veterinaria y el segundo ser diseñador de modas. Lúan solo les hacía compañía para llenar el hueco en su pecho, pero ni las risas que ambos compartían funcionaba.

También mantenía cierto contacto con un par más, pero no importaba cuánto tratase de hablar con ellos, era notable que sus caminos se habían separado en algún punto.

Lúan había postulado a medicina en la universidad nacional de Tokyo cuando salió de secundaria, y había alcanzado la vacante. 

Por un tiempo se enfocó en estudiar y mantener su mente ocupada.

Pero su hermano tenía otras cosas en mente.

Estudiaba algo que le gustaba, pero tampoco había llenado el sentimiento de soledad en su interior, fue South quien volvió a hacerla sentir como una niña, brindándole consuelo a su alma deprimida. 

Tenerlo de vuelta era extraño, no como se lo había imaginado, pero prefería eso a volver a verlo a través de un vidrio. 

Lúan tenía el dinero suficiente para comprar un departamento para ambos, un lugar lo suficientemente alto para que él ingresará sin agachar su cabeza, aunque siempre supo que él no pasaría tanto tiempo con ella como le gustaría. 

South no se quedaría de brazos cruzados escuchando la grandeza de las pandillas actuales, lo sabía y ese había sido uno de los motivos por el cual pausó sus estudios, además de los negocios que tenía en Roppongi y del nombramiento de su hermano como líder de Rokuhara Tandai. 

—Aquí está la cumpleañera~

Lúan le sacó el dedo medio a Shion y se fue a sentar lo más lejos de él. Le caía fatal porque era muy parecido a ella, no le gustaba verse en un espejo.

—Tenemos que expandir la pandilla —dijo una voz impotente entrando al salón. La sala de reuniones no era muy grande, pero sí lo suficientemente alta para que South quepa sin encorvarse mucho.

Su hermano se sentó en la cabeza de la mesa, el tatuaje de colmillos brilló a la luz del sol y ella hizo una mueca al notarlo, nunca le gustó—, Brahman y Bontem no serán rivales para nosotros cuando nos enfrentemos.

Senju y... 

Mikey.

 Lúan no los odiaba, pero no podía ver el rostro de ninguno. 

Senju no se iba a detener hasta traer paz en Brahman y vencer a Mikey, y este haría todo lo posible por estar en la cima. Los dos... eran fuertes, pero mientras ella estuviese con South no ganarían. 

Su hermano la había incluido desde el principio en sus planes, cosa que para bien o para mal ella aceptó con tal de pasar más tiempo a su lado. Era el único que se preocupaba por ella.

El resurgir del fénix | Manjiro x OC |Where stories live. Discover now