El resurgir del fénix | Manjiro x OC |

Capítulo 14: El accidente

Todo iba de maravilla.

Tanto que no podía evitar estar a la expectativa que algo horrible iba a suceder.

Había visitado a su hermano un par de veces, donde siempre era botada por él mismo, regañándole de visitarlo solo cuando quería algo. 

Amargado.

Lúan, sorpresivamente, había congeniado bien con la hermana de Hakkai. 

Ellas dos habían salido bastante, ya que se percataron estaban en los mismos cursos extracurriculares. Yuzuha aparte de ser buena con las matemáticas, también le gustaban las artes marciales, se lo había demostrado en varias ocasiones y Lúan se había maravillado con sus patadas; sin embargo, no podría hacerle frente a Senju. 

Se preguntaba qué estaría haciendo la peliblanca, si bien no se comunicó con ella antes... sentía la necesidad de hablarle, pero luego la imagen de Takeomi aparecía en su cabeza y se detenía. 

Además, no quería ver a Wakasa.

Hizo una mueca.

Senju... fue una aprendiz de Thalía, y fue la única persona que le había presentado ella de su misma edad. Ambas se habían hecho amigas, aunque pelearán seguido por la atención de su hermana.

  ¿Cómo estaría ahora?

—La próxima semana es el cumpleaños de Shinichiro, Mikey y yo iremos a visitarlo. ¿Quieres venir?

—Sí, seguro.

No había salido mucho con Emma ni con Mikey, ya que buscaba ofertas de trabajo, los Médici habían dejado de depositarle y tenía que cubrir al abogado de Pah.

Maestra de gimnasia, le gustaba, pero de seguro pedían certificado y solo contaba con el conocimiento del circo y las calles de Brasil.

Carreras ilegales mmm.

La información le llamó la atención, siempre le gustó la adrenalina en cuatro ruedas, era su placer culposo, ya que nunca la dejaron tener un auto.

O moto.

El pensamiento volvió a hacerle recordar la idea que tuvo Keizo, lo que volvió a hacerle repetir las palabras de Wakasa en su cabeza.

Frunció las cejas.

—Entonces Takemichi pensó que Mikey y yo estábamos saliendo frente a Draken —Lúan desvío su atención hacia Emma, shockeada por sus palabras —, ¡fue vergonzoso! A mí me gusta Draken y está claro que a mi hermano le gustas tú.

Lúan se atragantó.

—Emma, no, no. Debes estar confundida —dijo ella tratando de que sus nervios no se reflejarán en su voz—, Mikey me trata como un bro más.

La rubia puso una expresión pensativa.

—Sí... pero cuando conoció a Takemichi le dijo: ''serás mi perra". ¿A ti te...?

—No —cortó ella—, solo... somos amigos.

—Qué casi se besan.

—L-lo de navidad...

—No puede ser, también te gusta.

—¡Emma! 

—Soy una genia —se rio—, tranquila, no se lo diré, por ahora. 

Lúan luchó contra el impulso de estampar una almohada en el rostro de la rubia.

—Yo creo que le gusta Takemichi —se cruzó de brazos, tratando de desviar la atención de Emma hacia otra cosa—, se puso celoso cuando Takemichi me contó algo primero que a él.