22. Jacuzzi, baile y a la cama

985 141 39
                                    

A Xiao Zhan le pareció una excelente idea. Ya no hacía tanto frío como en otros días, así que podrían usarlo sin problemas.

—Dejé mi traje de baño en casa, no creí necesitarlo.

Yibo alzó una sonrisa de lado y dijo en tono pícaro.

—No lo necesitas.

—¡Desvergonzado! —lo golpeó en el brazo.

—Podemos usar la ropa interior como traje de baño, ¿qué imaginaste? —se burló.

—Nada —desvió la mirada, se había sonrojado un poco.

Fueron a sus habitaciones y se pusieron la ropa interior más holgada que encontraron, lo más similar a un traje de baño convencional. Cada uno se envolvió en su bata de baño y salieron al jacuzzi que habían encendido con anticipación.

Ya había anochecido, así que la vista del cielo nocturno era hermosa. El jacuzzi estaba apartado del resto de la terraza, las paredes de ese pequeño cuarto eran completamente transparentes para apreciar la vista del exterior sin morir congelado en el intento.

Yibo estaba fascinado con la vista, pero con la vista de su Ge Ge en ese traje de baño improvisado. Traía puesto un bóxer ligeramente más holgado que el resto, de color negro para no perder la costumbre. No le pudo apartar la mirada, lo observó de pies a cabeza una vez más. Miró su torso y se relamió los labios inconscientemente. Ya había visto ese torso desnudo cuando grababan la serie, pero esta vez era diferente, se veía un poco más marcado. Bajó la mirada hasta toparse con su ombligo y fue ahí cuando sus mejillas ardieron. Xiao Zhan era todo un hombre, lo notó al ver por enésima vez ese caminito de vellos desde su ombligo hasta su… no pudo ver más allá de su ropa interior, pero esta de por sí ya estaba bastante abajo. Miró su propio ombligo y no encontró ningún vello. A veces le preguntaban si se depilaba esa parte en específico, pero no lo hacía.

Le encantaba ver a Xiao Zhan sin camisa, tenía ese aire masculino pero al mismo tiempo adorable. Era una combinación difícil de imaginar, si le pidieran que lo describiera solo podría decir una cosa: delicioso.

Un poco apenado por sentir la mirada de Yibo, se metió con prisa al agua caliente. Soltó un suspiro lleno de placer al hacerlo.

—Vamos Bo Di, métete al agua. Está deliciosa.

El aludido asintió, aún algo embobado.

Yibo se quitó la bata y dejó ver su cuerpo bien formado.

—Wow… —Xiao Zhan no pudo contener su exclamación, se sonrojó al notar que lo había hecho en voz alta.

Yibo era un joven con un cuerpo espectacular. Su torso y su abdomen estaban perfectamente marcados. Sus piernas, aunque delgadas y de apariencia suave, eran bastante fuertes también.

El menor se había puesto un bóxer negro muy similar al de Zhan Zhan, solo que un poco más ajustado, dejando poco a la imaginación.

—Yibo, en verdad eres lampiño.

El aludido se sentó en la orilla del jacuzzi, solo sus pies estaban dentro del agua ardiendo, quería probarla antes de meter todo su cuerpo. Pero ante el comentario de él, se congeló en su sitio.

—¿Qué dices?

—Sí —lo miró con confianza, sin ninguna doble intención, de pies a cabeza—. Eres lampiño.

Las mejillas de Yibo enrojecieron.

—No tanto.

Pero en realidad así era. Yibo no era tan velludo como su Ge Ge. Se afeitaba las piernas regularmente, pero aun así no había punto de comparación.

NosotrosWhere stories live. Discover now