78. Nueva York con ella

563 77 36
                                    

Ella lo entendía, lo cuidaba y además lo ayudaba a distraerse del motivo de sus tristezas. Si no estaba ocupado con su trabajo, estaba con Xiao Lian Ji. Ambos pasaban mucho tiempo juntos, ella incluso tenía su propia habitación en el departamento de Yibo, habitación que usaba cuando se le hacía tan tarde que prefería pasar la noche ahí.

Ante el mundo eran una pareja ejemplar, se veían hermosos juntos, tal para cual. Y sí, lo eran, de no ser por el hecho de que el corazón de Wang Yibo ya tenía un nombre tatuado en él.

—¿Qué haces? —se tensó aún más cuando sintió que de pronto su novia le masajeaba los hombros por encima de la camisa de vestir que portaba. Ambos venían llegando de un evento de gala. Yibo había ganado un par de premios, y Xiao Zhan también, pero este último no había asistido.

—Es solo un masaje, ¿no quieres? Estás muy tenso.

El aludido suspiró con pesadez y asintió. Sí, necesitaba un masaje.

—Te vestiste más elegante de lo normal.

Él de nuevo asintió.

—Incluso te pusiste... —olfateó su cuello—... Bleu de Chanel.

Yibo no respondió.

—Pensaste que él estaría ahí, ¿verdad?

—Pero no fue así.

Sí. Yibo se había esmerado de más en su apariencia porque sabía que Xiao Zhan era uno de los invitados principales. Grande fue su decepción al ver que no asistió.

—Ven aquí —dejó de masajearlo y lo invitó a ponerse de pie al verlo tan desanimado.

Yibo solo le dedicó una expresión de fastidio y pereza. Estaba cansado y sus pies dolían por los incómodos zapatos de gala.

—No.

—No seas amargado —puso música desde su celular y comenzó a bailar en la sala, pero su novio la ignoró, estaba enojado con Xiao Zhan, enojado consigo mismo por depender emocionalmente de otra persona. ¡¿Por qué no podía dejar de amarlo?! ¿¡Por qué le envió aquel mensaje a través de la canción!?

Habían pasado meses desde esa presentación y él aún no podía superarlo. Pudo haberle respondido de cualquier forma, pero no lo hizo, al contrario, hizo más público su noviazgo al brindarle a los paparazis material de primera: él y Lian Ji caminando de la mano, yendo juntos de un lugar a otro, pasando un día en la playa, andando en patineta y hasta disfrutando de paseos en moto.

Sí, eran la pareja del momento.

Entonces la canción que ella bailaba terminó y comenzó otra: "Pick me, pick me".

—Oh no, quita eso —se quejó.

—Báilala para mí, Bo Bo, hazlo para mí.

Yibo frunció labios y ceño, aguantando el nudo en su garganta antes de dar media vuelta e irse a su habitación sin decir nada más.

Xiao Lian Ji quitó la música y se quedó pensando en qué había hecho mal. Últimamente su novio andaba de un humor más oscuro que de costumbre, y creía entender el motivo. Cualquier cosa que le recordara a Xiao Zhan lo hacía enojarse. Antes reaccionaba de otra forma, entristecía y se iba a llorar en la soledad de su habitación. Pero no ahora. Ahora se enfurecía.

Decidió darle su espacio por un rato, pero no se fue del departamento. Ya era tarde y prefería pasar la noche ahí, además, ambos sabían que algunos reporteros los habían seguido y hasta los habían fotografiado. Estaban seguros de que en cualquier momento habría fotos de ambos en internet, esparciendo rumores.

NosotrosWhere stories live. Discover now