53. Susto

1.1K 84 17
                                    


La despedida fue emotiva. Después de tales confesiones y anuncios de futura boda, la relación entre ellos cuatro se fortaleció aún más. Esos cuantos días en Chongqing habían provocado un giro tremendo a sus vidas. Una nueva etapa comenzaba y lo único que les faltaba por hacer para sentirse una pareja formal, era hablar con el padre de Wang Yibo, pero incluso este tenía pavor de hacerlo.

Durante el vuelo a casa los dos se sintieron afortunados al poder pasar a sus asientos de primera clase sin ser reconocidos o molestados por alguien, de haber sido así, no sabrían qué hacer al no traer ningún tipo de protección con ellos, ni sus agentes y tampoco guardaespaldas. A veces Mao se enojaba con ellos por ser tan irresponsables en ese aspecto. Pero al menos habían aceptado que él fuera por ellos al aeropuerto.

Yibo no perdió la oportunidad para reclamarle a su amado que no hubiese tocado el violín para él a pesar de que se lo pidió, tampoco lo hizo tocar el piano.

—Déjame practicar un poco antes de hacerlo, por eso me traje el violín.

—¿No lo vas a dejar ahí arrumbado?

—Claro que no —rio.

—Bien —bajó la mirada a la unión de sus manos, miró la mano izquierda de Xiao Zhan con esa pulsera. Su corazón dio un vuelco enorme de felicidad, sentía lo mismo cada vez que miraba esos brazaletes.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó de pronto, en voz baja y mirando a su alrededor. Habían comprado los asientos de atrás y delante de ellos para tener un poco más de privacidad. Para su fortuna, ese vuelo estaba muy poco concurrido en primera clase.

—Bien, ¿por qué preguntas?

—Te ves algo pálido —se angustió.

—Siempre me veo así —rio. Tenía solo un poco de razón, pues en realidad sí estaba pálido.

Xiao Zhan no dijo más, solo acarició su mejilla mientras lo miraba con cierta preocupación. Esa mañana no lo dejó en paz hasta que vio que se tomó su medicamento.

Ahora que regresaban a casa, Xiao Zhan no podía evitar sentirse un tanto inquieto por su amado, pues él regresaría a su apretada agenda de trabajo, mientras que Yibo... bueno, a él le habían cancelado un par de proyectos y el único pendiente que tenía era llegar a grabar Day Day Up. A pesar de todo ello, lo veía muy tranquilo, y era precisamente por esa razón que estaba preocupado.

—Hey, ¿cómo les fue en su viaje? —Mao los recibió con mucho cariño, sosteniendo un letrero pequeño e improvisado que decía: "Par de tontos".

—¿Por qué el letrero? —inquirió Yibo con el ceño fruncido mientras Xiao Zhan solo reía y saludaba a su querido guardaespaldas con un choque de puños.

—Porque nos vemos tan poco que pensé que ya no me reconocerían.

De nuevo, ahí estaba el reclamo por no ser tan solicitado como antes. No era que no estuviese recibiendo su sueldo completo, eso no era problema, sino su preocupación por esos dos tontos.

—Saben que estoy enterado de su relación, y saben bien que puedo cuidarlos a ambos al mismo tiempo cuando salen.

—Oh... ya sé lo que pasa —dijo Yibo con una sonrisa traviesa, de esas que pronosticaban un comentario que haría enojar al otro involucrado. Pasó un brazo por los hombros de Mao y lo miró de cerca—. Nos extrañas mucho —sentenció.

Xiao Zhan se echó a reír al ver la reacción de su guardaespaldas. Este no se había esperado tal comentario, su expresión de asombro lo demostró, pero enseguida frunció el entrecejo y se quitó de encima a Yibo, ligeramente sonrojado. Su ex protegido había dado en el clavo.

NosotrosWhere stories live. Discover now