Capítulo 10

542 66 27
                                    

Aaron García 

—¡Deja de hacer eso! —exclamo recuperándome de mi ataque cardíaco luego de que el rubio me asustara. 

Escucho como expresa su gracia mediante su risa contagiosa y lo miro con un poco de odio. 

Se percata de mi expresión y me regala una sonrisa comprometedora. 

 —Lo siento Aaroncito, pero ¿qué esperabas? Si estas así de tranquilo leyendo, en un parque, sentado sobre un banco y de espaldas, tenía que aprovecharlo... 

Eso ni siquiera es una buena excusa. 

—A eso se lo denomina maldad. 

—Como digas, alfabético —me guiña un ojo después de burlarse. 

Literalmente hace ese gesto y mi cuerpo reacciona exageradamente hormonal, ¡solo guiñó un ojo!, lo peor es que siento que en el fondo él sabe lo que me causa y es fastidioso, porque son claras actitudes confusas e ilusionadoras, en definitiva no quiero ilusionarme.

De todos modos, no debería pensarlo, es un tornado de inquietudes que se extiende por toda mi cabeza y llega a ser muy poco saludable (si es que le pides la opinión a un psiquiatra). 

Veo como se sienta tranquilamente junto a mi, recuesta su espalda en el respaldo del asiento, apoya su brazo sobre el banco tocando mi espalda y trato de disimular mi escalofrió. 

Su vista recorre el parque un instante antes de posarla sobre mi libro. 

De reojo noto que frunció el ceño. 

—Oye, ¿algún día podrías hacerme una listita de libros que me recomendarías? —dijo acercando su rostro al mio. 

Dios, su perfume es muy fuerte. 

—Tal vez —murmuro llevando mis ojos devuelta al libro. 

—¿Tal vez? Por favor Aaron, te acabo de pedir recomendaciones de libros ¿cuándo habrá sido la ultima vez que leí un libro por gusto? Eh... ¿Nunca? ¿Jamas? ¿Nunca jamas desde que existo? 

Muestro una sonrisa completa al oírlo.

—¿Por qué sonríes? ¿No me crees? —acerca un poco más su cara y me obliga a remojar mis labios—, podría leer una biblioteca entera si quisiera —afirma con la expresión coqueta, citadora y confiada. 

—De acuerdo... —trago saliva al ser consciente de su mirada—. Te daré cinco libros de diferentes géneros y me los devolverás en dos semanas.

—Una semana —cambia la expresión a una enorme sonrisa. 

—Una semana —acepto. 

Me obligo a apartar la mirada de él para regresarla al libro, intento borrar la sonrisa, pero es altamente difícil al sentirlo nuevamente cerca. 

—Por cierto, ¿qué estás leyendo? 

Un Monstruo Viene A Verme de... Patrick Ness gracias a la idea original de Siobhán Dowd. 

—Ahh... —me mira unos segundos tan neutramente que llega a ser incluso tierno—, ni puta idea de quienes son, pero creo que hay una película del libro...

—Ajam... 

Sigo tratando de leer, pero luego de un instante, siento unos brazos rodearme. 

—Aaron... dame atención... te necesito... —esconde su rostro un momento en mi hombro— me aburro, ¿no ves que falta como media hora para que los chicos salgan de la escuela de música? ¿acaso no existo para ti? ¡¿por qué prefieres los libros antes de mi?! 

Norte & SurWhere stories live. Discover now