Capítulo 3: Miami.

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Pov Anastasia.

Todo está listo. Esta mañana Dante despertó con la noticia de que en la noche volaríamos hacia Miami. Sé que lo entristece tener que marcharse y dejar su trabajo, también reconozco que algo me está escondiendo, algo muy feo ya que tanto le cuesta contarme. Estoy segura que los chicos también lo saben, pero, decidí confiar en él y dejar que todo pase, al final del día, siempre estaré a su lado sin importar qué.

Emy volverá con mis padres a Nueva York, esta semana que entra es de exámenes rigurosos en su universidad y mi amiga es muy disciplinada. Estefany también volverá pero, Araceli volará con nosotros a Miami. Como oyeron, nos esperan más intensas peleas. Mi mamá me está ayudando a hacer las maletas, está enamoradisima de su nieta, y ¿cómo no estarlo? Es perfecta. Irina está aquí en mi habitación, sus padres le trajeron las maletas, están tristes porque su pequeña niña se marcha de casa por primera vez, pero no cuestionaron su decisión, al fin y al cabo es mayor de edad y va a hacer su vida junto al hombre que ama.

《Y su hijo》

Cierto, Irina aún no le cuenta nada a Flavio sobre el embarazo, y creo que está mal de su parte. Dentro de poco no podrá seguir escondiéndolo y será peor para ella si no le habla a Flavio sobre su bebé. Por lo menos sentimos alivio al saber que no se lo interrumpió y la gestación sigue su curso. Sus hormonas están muy loca, aún no entiendo como Flavio no sospecha nada, literal sus días se van entre lágrimas, cambios de humor, un hambre atroz y luego vómitos. Dani se fue de lengua con Óscar y ya lo sabe, le aconsejó a mi prima que fuera sincera con su novio, Óscar lo conoce bien y asegura que el chico no es amante a las mentiras y no las suele perdonar.

— Creo que esto es todo.  — anuncia mi madre cerrando la última de las maletas. Me mira con añoranza. — Has crecido tan rápido Aihnoa. Ya tienes una hermosa familia, amigos que te adoran y en los cuales confío demasiado para dejar tu bienestar en sus manos y un hombre que te ama y te respeta, y sobretodo, te protege. Estoy feliz por ti.

— Gracias mami. — no quiero que nos pongamos sentimentales. — Pero bueno, me mudo para Miami. — digo riendo.

— Dentro de poco te conocerás todos los estados del país. — reímos.

Hoy puedo reír de ese tipo de chistes, la pesadilla acabó. No más terceros vuelos para llegar a mi destino y no ser rastreada, ahora soy libre.
Un adorable sonido proviene de la cuna de mi pequeña hija, me acerco y sus ojitos están abierto mirando el carrusel que da vueltas sobre su cabecita, de llamativos colores y diferentes formas.

— Nos has dado el regalo más hermoso. — los ojos de mi madre son puro amor mientras aprecia a su nieta.

— Es mi pedacito mamá. La amo como nunca creí que sería capaz de amar a alguien. Es un amor diferente ¿sabes? Es algo puro, incalculable, inimaginable. Ser madre es el mejor regalo que nos pudo dar la naturaleza.

— Lo sé mi guisante, lo sé. — nos abrazamos.

La puerta de la habitación se abre, es Irina quien entra y se sienta en la cama de un salto. En sus ojos puedo ver algo de angustia y otro sentimiento que no sé descifrar.

— Creo que... se lo contaré. — solo dice eso mirando a la nada.

— De hecho, ya te has tardado demasiado. — le responde mi madre.

Si, mi mamá lo sabe todo, igual que la tía Antonella, el padre de Irina no.

— ¿y si no lo hago bien? Me refiero a , ser madre. — se ve atemorizada realmente.

— Irina — mi madre se acerca a ella y se sienta a su lado. — no tenemos un manual de cómo educar a nuestros hijos. Lo único real que tenemos es el inmenso amor que explota en nosotras desde el primer momento que sabemos de su existencia. No te cierres a sentir ese amor, date la posibilidad de vivir la mejor aventura de tu vida, la maternidad son puros retos todo el tiempo, y si, nos equivocamos y mucho, pero también aprendemos a solucionar los errores pero siempre suponiendo el amor sobre todas las cosas.

En la paz de tus brazos Where stories live. Discover now