capítulo 37: si acepto

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Pov Anastasia.

Miro por la ventana mientras intento calmar a Danna. No ha parado de llorar, no sé que le pasa. Le di su biberón, le di natillas que le hizo Araceli, le di un delicioso baño y aún después de todo eso solo he conseguido que se calme por apenas segundos. Quiero que Dante llegue, esta mañana desperté y no estaba a mi lado, era muy temprano y eso me alarmó, lo peor es que su uniforme estaba aquí pero su arma no. Puedo imaginar todo lo que debe estar sintiendo en este momento aunque puedo asegurar que sentir lo que el siente es algo imposible. Saber que la vida de tu madre fue arrebatada por algo más que una enfermedad después de haber crecido y creído casi toda tu vida que había sido así, es un giro drástico de los acontecimientos. Dante no es un chico sentimental pero, siempre que lo veo derrumbarse me hace recordar que si es humano, que tiene emociones y sentimientos a los que responder y tal vez los intenta ocultar la mayor parte del tiempo pero cuando la burbuja revienta, es incluso peor vivir ese momento. La tristeza de su mirada es algo que veré en cada rincón al que mire, el modo en que su cuerpo suplicaba por cuidado y afecto ha roto mi alma en dos. ¿Qué puedo hacer yo? Lo intento ayudar pero me siento insuficiente. No puedo llorar y ser la débil cuando él solo necesita fortaleza y un hombro en el cual apoyarse, si me desmorono no podré sostener al hombre que amo, y eso jamás será una opción.

— mamá. — dice Danna entre pucheros.

— ¿Qué pasa mi amor? — le hablo con ternura

Creo que mi pecho jamás dejará de hincharse siempre que esta pequeña me llama "mamá". La beso en la mejilla y la sal de sus lágrimas moja mis labios.

Sigue inquieta así que decido bajar con los demás. En la sala de estar Dani está acostada en el sofá viendo un reality y Araceli en una esquina con los ojos llorosos, eso llama mi atención y me acerco a ella.

— ¿Que pasa? — me siento a su lado. Danna quiere salir de mis brazos y la dejo moverse por sus propios medios.

— Llamé a casa y Peter fue el que atendió el teléfono. — Sorbe por la nariz. — Me dijo cosas horribles Aihnoa. — busca mi abrazo.

— No puedes dejar que las palabras de ese hombre te sigan afectando Ara. Estas a miles de kilómetros de distancia de él. No puedes hacer nada para evitar que tu mamá vuelva con él, es su elección.

— Lo eligió aún sobre mi. — su pequeña nariz está muy roja.

— Puede sonar descabellado pero es justo lo que ha sucedido. No puedes sufrir de esa manera, no cuando tienes a amigos que harían todo por ti y un hombre que claramente babea por ti. — sonríe.

— Mateo es un idiota — se ríe y seca sus lágrimas. — Es mi idiota. — ahora sonríe y sus ojos brillan. — Anoche, sucedió.

— ¿Qué? — no entiendo.

— Ay Ana, no seas tonta. Me refiero a eso, que, que lo hicimos joder. — se pone nerviosa. Pero yo me emociono, doy un grito y rápido cubre mi boca.

Si señores, la chica escandalosa y sin tapujos en la boca se sonroja al contarme que hizo el amor con el chico que quiere.

— Necesito detalles. — en serio estoy muy emocionada por ella.

Araceli aunque no lo crean es una chica algo complicada. Su vida sexual siempre ha sido un misterio para nosotras, no la juzgamos, sé que ha pasado por muy malos momentos con respecto a eso por causa de su padrastro. Si ha tenido novios y se ha liado con chicos pero siempre se echaba para atrás cuando llegaba el momento. Sé que si tuvo su primera vez hace varios años pero, fue horrible para ella, lloró demasiado cuando nos contó. Lo hizo por no sentirse menos que nosotras y porque lamentablemente para nuestra sociedad es algo raro que una chica de 17 años sea virgen. Chicas, es estupido pensar así y peor aún, dejar que mentes tan triviales influyan en nuestros pensamientos y acciones. Dejen de creer que tienen derecho de juzgar a una chica o chico solo por querer tener una vida sexual diferente a la de la media, no somos extraterrestres, somos humanos igual que ustedes.

En la paz de tus brazos Where stories live. Discover now