Capítulo 5: Flavio

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Pov Anastasia.

No puedo creer lo que los chicos están contando. ¿Flavio herido? ¿Devatiendose entre la vida y la muerte? Esto es muy fuerte. Gracias a Dios Irina está dormida, no quiero ni pensar en cómo va a reaccionar cuando lo sepa, pobrecita. Me pongo en su lugar, si fuera Dante quien estuviera en el lugar de Flavio, yo estaría muerta en vida, aún sin quererlo, no sé cómo podría salir adelante sin él a mi lado. Pudo ser él, realmente, esa bala iba para él. Mi pecho tiembla solo de pensar en eso, en la posibilidad de que ya hoy, no estuviera aquí, a mi lado, acariciando mi cabeza que descansa en su pecho dándole consuelo justo como está ahora. No deja de llorar y maldecir. Nunca había visto a Dante así de afectado. Dani me asegura que cuando yo estuve secuestrada en manos de mi ex estaba igual, solo que esta vez es diferente, la culpa lo está matando.

— Si le pasa algo a mi amigo, yo...

— Ssshhh — coloco un dedo sobre sus suaves labios y lo miro a los ojos. — Él estará bien, es fuerte y joven.

— No es justo Ana — esconde su cara en el hueco entre mi cuello y hombro mientras llora.

— Dante no estés así.

Me duele verlo de esta manera. Quiero buscar las palabras adecuadas para decirle pero la situación puede más que yo y simplemente me congelo mientras lo veo reaccionar como una persona normal, que siente y sufre como todos, mi héroe es de carne y hueso y la realidad me choca de frente.

— Dante tienes que descansar, ya amaneció hace un buen rato. — le habla Óscar.

— No, me bañaré y voy para el hospital.— rebate mi chico.

— Escuchaste al doctor. Ahora no hay nada que se pueda hacer. Cuando lo crean necesario dejarán de prescindir del coma inducido y luego solo queda esperar cómo reacciona. — Explica el rl Moreno.

— O si lo hace. — miramos en direccion a una Dani que habla cabizbaja. — He visto documentales sobre casos de personas que se han salvado de un herida de bala en la cabeza, las estadísticas a que sobreviva o viva sin secuelas son mínimas.

Mis ojos pican por las lágrimas que quieren correr, pero, estoy intentando ser fuerte por el hombre que amo. Hoy me toca a mi tomar el papel del angel salvador y velar por su bienestar y tranquilidad.

— Quiero saber quién hizo esto Óscar. — la voz de Dante ahora es fría y demandante.

— Y lo haremos amigo. Los gemelos Thriller tienen a toda su gente movilizada y en busca de pistas.

— Nada me detendrá a tomar justicia con mis propias manos. — veo rabia y mucho odio en su mirada, este Dante me asusta.

— Y ¿Yo y Danna no somos impedimento suficiente para que no cometas una locura así? — joder, sé que debo de apoyarlo, pero, tiene que pensar bien en las concecuencias que conllevan sus actos.

— No vayas por ahí Anastasia. Sabes que tú y mi hija son lo más importante, pero la vida de mi amigo pende de un hilo por causa de unos malditos que se creen con derecho de matar a alguien. Si ellos pueden ¿por qué yo no?

— Porque tú no eres como ellos. — me alejo de él con enojo en mi rostro. — Eres un hombre de principios que cree en la justicia, que ha luchado toda su vida para defenderla y cuidar de los demás. Nadie tiene derecho a arrebatarle la vida a un ser humano así haya cometido el acto más atroz.

— Te estás guiando por una justicia que no existe. — impone veracidad en sus palabras, sé que se refiere al por qué hoy estamos aquí. — Yo he experimentado en carne propia que lo justo es injusto ante los ojos de quien lo mire, de ello depende en qué lado de la podrida línea que es la vida te toca estar, en el lado de los que luchan y se dejan llevar por impulsos con el fin de defender con fervor su justicia, o el lado de los miserables que se esconden tras yugos opresores que hacen por ellos el trabajo sucio de imponer su cochina justicia.

En la paz de tus brazos Where stories live. Discover now