Capitulo #39

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Harry's POV.


Malboro y esa mujer están encaramados en una conversación tan informal que comienzo a cuestionarme sobre qué tan cercanos son. Digo, ¿Desde cuándo mi padre conoce a la madre de mi novia? Bueno, si es que aun puedo llamarla así. Apenas entramos a esa casa de suburbios nuevamente, ambos se han puesto a conversar de camino a la cocina, dejándome atrás con Skylar, en la situación mas incomoda que alguna vez haya experimentado.

-Siéntense por favor-la mujer nos señala una mesa al fondo de la cocina-, solo tengo que calentar los pancakes en el microondas.

Los tres tomamos asiento-Malboro a una punta y Skylar y yo bochornosamente de frente-. Skylar fija la mirada por debajo de la mesa, evitando la mirada de mi insoportable padre, que no para de alternar la visión entre ella y yo. Una sonrisita maliciosa se extiende por su cara al comprender la situación y ya está abriendo la asquerosa boca para comentar algo desagradable cuando Elizabeth llega con la comida para salvar la mañana.

-He preparado de manzana, arándanos, chocolate y banana-me sonríe, orgullosa de su creación. Deja un plato frente a cada uno de nosotros y se aleja nuevamente hacia la nevera-. Tengo salsa de chocolate y caramelo, nutella, sirope de miel y mantequilla de maní, ¿Que se les apetece?

-Uh, creo que mis ancestros se enfadarían si no opto por la nutella -opina Malboro, en un intento de parecer gracioso. Sin embargo, la única que se ríe es Elizabeth y seguramente solo por educación o conveniencia.

- ¿Hija?-se vuelve hacia la rubia de ojos claros. Tiene la mirada perdida en algún punto y hasta que su madre no repite su nombre esta no reacciona. Una punzada de culpa me invade al notar cuan brillantes tiene los ojos.

- ¿Que, qué?

-Te estaba preguntando que salsa quieres, cielo-repone, impaciente. Lleva el condenado pote de Nutella que pidió mi padre en la mano con la que no sostiene la puerta de para nevera.

Ugh, somos tan diferentes; mientras el desespera por la Nutella, yo podría escoger hasta un pote de mayonesa antes que rellenar el panqueque con esa asquerosa crema marrón.

-Ah...de caramelo-su voz suena apagada y quebradiza. Otra punzada de culpa y esta vez también siento remordimiento por hacer la vida de esta chica tan miserable, pues es obvio que ella está mal por mí.

La sonriente mujer llega con todos los pedidos a la mesa y luego vuelve a buscar la mantequilla de maní al recordar que a mí no me había preguntado. No me considero una persona supersticiosa, pero está claro que no podría utilizar la Nutella y tampoco pienso pedirle a Skylar que me pase el caramelo, siendo posible que la salsa acabe sobre mi cabeza.

Saco cuatro pancakes de arándanos y banana y los cubro con esta deliciosa crema americana a base de maní que tanto me fascina. Tengo que hacer uso de todo mi autocontrol para no chupar los restos de la cuchara.

-Robert tuvo que salir a trabajar, pero supongo que así será mejor-dice Elizabeth, como quien quiere sacar tema de conversación. Malboro ni se inmuta de sus palabras, pues parece bastante ocupado devorando sus cinco pancakes de chocolate-. De todas formas, ya organizaré algo para los seis: Robert, Sky y yo con Harry, Sandra y tú, Malboro, ¿no sería maravilloso?

Un arándano se atasca en mi garganta y tengo que toser con todas mis fuerzas para no atragantarme completamente. Elizabeth me sirve un vaso con agua del grifo. Mientras tanto, mi padre se seca los restos de chocolate de los labios, manteniendo una expresión indescifrable.

- ¿Estas bien, hijo?- la mano de la mujer se posa sobre mi espalda y comienza a moverse en una caricia. El gesto me descompone internamente, pues nadie a excepción de mi madre había hecho eso sobre mí. Hace años que no recibo ningún tipo de afecto-. Debí haber triturado la fruta, lo sabía.

KeeperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora