Capitulo #54

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Su mirada se posa sobre mi cuando pasa a mi lado y aquellos ojos celestes me escrutan con recelo. Mientras tanto, Nick se levanta del sofá, echando hacia los costados a las chicas que se sentaban sobre sus muslos.

—Trenton, Adam, ¿alguno recuerda a nuestro querido amigo, Harry?—al comienzo, pienso que está dirigiéndose a cualquiera de la sala, hasta que sigo el hilo de su mirada y descubro que está hablando con mi hermano y su acompañante.

Hasta donde yo sabía, mi hermano se llamaba Dean, pero al parecer, ahora es llamado con otro nombre, ¿será Trenton o Adam?

Entonces caigo en que aquel chico acaba de decir que mi hermano posiblemente conoce a Harry y la mandíbula casi se me disloca del lugar.

—Pero si no es Harry Styles—sonríe siniestramente quien está parado junto a mi hermano. Cuando enseña los dientes, me repugno de cuan amarillos se encuentran—. Lo recuerdo, claro.

Su mirada se posa sobre mi hermano, que continua observándome sin disimular nada.

— ¿Y tú, Adam?—Adam, así que Dean ahora es Adam.

—Él no lo conoce—se entromete el tal Trent—. Recuerda que Styles desapareció justo antes de que introdujéramos a Adam en el grupo.

—Bueno...—Nick se acerca lentamente hacia donde estamos. Puedo sentir la respiración agitada de Harry con tan solo agudizar mínimamente el oído—. Debes saber, Adam, que Harry es un tío que ocupaba tu lugar justo antes de que llegaras. Él nos acompañaba y pasaba el rato, claro, nunca aceptando un mísero vaso de alcohol o un porro, lo único que tomo de la mano de alguno de nosotros fue el cigarrillo. Bueno, ¡algo teníamos que contagiarle! El caso es que Harry—se planta junto a este y pone una mano sobre su hombro— dijo que debía abandonarnos porque se mudaría a Alaska—ahora su mirada se posa fríamente sobre el acusado—, lo cual creímos, como tan buenos colegas que fuimos.

Toda esta explicación parece innecesaria, puesto que ''Adam'' se dedica a fulminarme con la mirada fugazmente mientras Nick intenta narrar su historia. En efecto, cuando los ojos de este último viajan hasta mi hermano, nota cuan concentrado está en mí.

—Tranquilo Adam, en cuanto le demos una lección a este mentiroso podrás quedarte con su noviecita.

Mi mano envuelve instintivamente la muñeca de Harry en busca de una protección que sé que no puedo obtener, puesto que ninguno de los dos está en condiciones de defender a nadie de nada.

Dean-Adam no dice nada, pero finalmente baja la vista y observa sus zapatos.

Es entonces cuando Harry observa a mi hermano y repara en quien es la persona que no paraba de echarme el ojo. Se vuelve hacia mí y yo articulo silenciosamente con los labios: 'Ya se'.

Bueno, basta de jueguitos mudos—da un toque aparentemente inofensivo sobre el pecho de Harry—. Quisiera tener una charla rápida contigo, hermano.

—No estoy aquí para charlas—replica, sus rulos moviéndose cuando agita la cabeza hacia los costados—. Solo déjenos largarnos.

—Créeme, solo será una charla y podrás irte, ¿o prefieres que emplee otros métodos?—él otro niega—. Eso creí.

Chasquea dos dedos y tres segundos después tengo a una persona sosteniéndome de los brazos por la espalda. Sus manos están heladas y desde esta corta distancia puedo sentir su aroma a marihuana.

—Ella se queda—Harry empuja al tío que está agarrándome—. No voy a charlar nada contigo si ella no está aquí.

—Ella sale, o tú no sales nunca más, elige. Rápido.

KeeperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora